Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
En la Paz de tu corazón escucharas en tu interior, al Espíritu de Dios dirigirte a la bendición. ¿Has escuchado un suave viento hoy? Sabes, cuando aprendemos a poner en reposo nuestro corazón y nuestros pensamientos, seguramente escucharemos ese viento. Ese suave y dulce viento que nos guiará hacia la bendición de Papa. Los invito a leer una historia en la Palabra donde se nos narra un día en especial en la vida del profeta Elías. En este día, él se encontraba dentro de una cueva, atento a cada situación, con la plena intención de buscar la presencia de Dios. En 1 Reyes 19:11-13: El Señor le ordenó: —Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí. Como heraldo del Señor vino un viento recio, tan violento que partió las montañas e hizo añicos las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Al viento lo siguió un terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Tras el terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave viento como murmullo. Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz que le dijo: —¿Qué haces aquí, Elías? Esta historia nos narra como el profeta Elías estaba buscando la presencia de Dios en medio de diversas circunstancias. Primero la busco en un viento fuerte, luego en un terremoto, pero ahí no estaba Dios. Después en un fuego, pero tampoco ahí estaba Dios. Hasta que pasó algo como un susurro, un viento calmo, como silbido, y ahí fue donde encontró a Dios. No fue en el poderoso viento que destruía los montes, ni en el terremoto, sino en la paz, en la quietud, en el viento suave que lo encontró. Esto me habla que el Espíritu de Dios guió y le habló a Elías en la paz de su corazón y la quietud de sus pensamientos. Haciendo a un lado el torbellino de distracciones, le escuchó hablar. Ahora, en este tiempo, después de que Jesús ya vino al mundo, nos dejó al también llamado consolador, es decir, al Espíritu Santo. Lo dejó para que nos hable, nos enseñe, nos ayude y nos llene. Ahora, al momento de recibir a Jesús, el Espíritu de Dios viene a morar en nosotros. ¡Que gran privilegio!, ¿no creen? ¡Y que alegría para nuestras vidas!. El desea hablarnos cada día, sólo necesitamos aquietar nuestro corazón, dirigiendo nuestros sentidos a su presencia y no a la preocupación. 1 Corintios 3:16 (RVR1960) ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? El Espíritu de Dios desea guiarnos, porque él siempre tiene el mejor plan, aunque algunas veces sea diferente que el nuestro. Permíteme compartirte sobre eso: Hace tiempo, en un día común, antes de irme a dormir yo ya tenía preparada una lista de cosas para hacer el día siguiente. Pero por lo que les contaré, no sucedió así, ya que el Espíritu Santo tenía para mí algo diferente. Aquel día, salí de casa dispuesta a dejar a mi hijo en el trabajo y después irme a mis tareas. Sin embargo al llegar ahí, me encontré con el impulso de bajar un momento del carro para saludar. Mis pensamientos me decían: Vete a hacer tus pendientes, tienes mucho por hacer. Pero mi corazón decía: Eso realmente puede esperar un rato más. Nada de eso es urgente. Aquiete mis pensamientos y mi corazón y entonces sentí el deseo de Bajarme a saludar. Y escuché al Espíritu Santo decir suavemente en mí interior: “por nada estés afanosa”. Decidí dejarme llevar y me encontré con la agradable sorpresa de ver a una amiga que hace mucho no veía y eso me alegro. Estando ahí nos quedamos compartiendo un rato más mi amiga y yo. Más cuando ella se fue, precisamente al despedirme me ofrecieron quedarme otro ratito. Pensé de nuevo: ¡ya vete!, tienes cosas por hacer. Y sentí quedarme cuando escuché de nuevo suavemente, en la paz de mi corazón: Hoy es el día que hizo el Señor, ¡me alegraré y me gozaré! Y terminé pasando una tarde de reposo. Tan sólo disfrutando a la preciosa bebe, nieta de mi amiga. Y mientras estaba ahí con ella. Le daba gracias a Dios por ese momento de reposo viendo la obra maravillosa que hizo en la nena. Pensando cómo fue que la creó desde el vientre de su madre. (Salmos 139) Y sonreí de pensar que diferente hubiera sido mi día si no me hubiera dejado llevar por el dulce Espíritu de Dios. Después de todo, Él sabe todas las cosas, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro porvenir. Por lo que sabe lo que es mejor para nosotros. Y más tarde, después de disfrutar de esa bendición, pude hacer mis tareas sin ningún apuro. Te animo a apaciguar tu corazón y pensamientos y dejarte llevar por el dulce viento del Espíritu de Dios. No que vayamos a dejar todos nuestro quehaceres a un lado, por supuesto que no, pero escucharlo, te llevará a hacer todo sin perder su paz y sin apuros. Tal vez te dirija al trabajo deseado pero con paz, o a visitar a esa persona que extrañas, o a llamarle alguien que has traído en mente, o a esa cita inesperada. Sin embargo, aprender a escucharlo a él en medio de la quietud de tu corazón, te permitirá ver claramente el paso a seguir. Él tiene sorpresas inesperadas para enseñarnos a estar en su reposo. En su paz. En ese viento apacible donde Él habita y donde hay multitud de gozo. Y precisamente en esa paz, en medio de esa quietud, es donde le escucharemos. Algunas veces nos llevará a la bendición que él tiene para ese momento, a veces nos evitará algo que pudiera dañarnos, o a veces nos llevara a delicados pastos, como esa tarde de reposo que me regalo. Porque sabes, el precioso Espíritu de Dios desea comunicarse contigo y conmigo, hablarnos y enseñarnos la voluntad del Padre. Con una continua relación con Él, vendrá a ser natural el escucharlo. El nos habla a nuestro interior, no a la mente sino al corazón, a nuestro ser espiritual porque él es Espíritu. A veces será con un impulso que nos dice “vete por aquí, no te vayas por allá" o "esa intranquilidad que sientes tal vez es porque necesitas ir a pedir disculpas, o será cómo me pasó a mí en esta ocasión “bájate a saludar”. Ya que Él pone el querer como el hacer por su buena voluntad. Y otras veces será con la Palabra, como ese suave viento susurrando a nuestro corazón. Al leer continuamente la Palabra, nuestro ser se irá familiarizando con ella y sabremos cuando nos habla, entonces lo seguiremos y nos guiará a la bendición. Amigo, amiga, si no estas seguro de sentir el Espíritu Santo en tu vida, y quieres invitarlo a vivir en ti. Vamos, toma ventaja de esta gran bendición, hagamos esta oración, porque Jesús lo dejó para ti y para mí. Oremos: “Padre bueno, gracias por darme vida y por amarme tanto. Te quiero pedir perdón por todos mis pecados y también darte gracias por mandar a tu hijo Jesus para morir y resucitar y así concederme la vida eterna. Hoy te quiero pedir especialmente que vengas a mí corazón y me llenes con tu Espíritu Santo. Te necesito. Deseo aprender a escucharte en la paz de mi corazón, en toda situación aunque las circunstancias me quieran distraer. Enséñame por favor a escuchar tu voz como oveja al Pastor y revélate a mí cuando lea tu Palabra. Gracias Padre bueno. Te lo pido en el nombre de Jesus. Amen." Lectura: Juan 1:12-13 (NVI) Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 1 Corintios 3:16 (RVR1960) ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Lucas 11:13 (NVI) Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Juan 14:26 (LBA) Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. Juan 10:27-28 (RVR1960) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Filipenses 2:13 (NVI) Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad. 1 Reyes 19:11-13 (RVR1960) Dios le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un viento silbido apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? 1 Juan 3: 1-2 (NVI) Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es. Filipenses 4:6-7 (RVR1960) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Salmos 118:24 (BJ 2000) ¡Este es el día que hizo el SEÑOR!, nos gozaremos y alegraremos en él. Oración del mes de Marzo:
Vamos a unirnos este mes para creerle y pedirle a Nuestro Padre , ese maravilloso Dios que hace posible lo que parece imposible. Vamos a unirnos y levantar nuestra oración como Su iglesia, como sus hijos, como compañeros de viaje, como su ejército: Padre bueno, me uno a esta oración especialmente por mi esposo(a) : ___________y por estos matrimonios , ......(pon el nombre de cada uno).............cada uno de ellos los pongo en oración delante de ti para pedirte que abras sus ojos y su entendimiento para conocerte mas, que les des un corazón que aprenda a deleitarse en tu Palabra, que tu Santo Espíritu les enseñe tu voluntad y les de Sabiduría de lo alto para caminar en esta tierra haciendo lo que es agradable a ti. Se que eres un Dios bueno y nos amas, y que Jesus murió en la cruz por todo el mundo, no solo por mí, por eso te pido que nos enseñes a conocerte mas a través de tu Palabra. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesus. Amen.
Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|