Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Dios es el mismo ayer y hoy y siempre. CONTINUEMOS APRENDIENDO COMO CAMINAR EN VICTORIA ¡Hola! amigos y familia ¡Que tal!. ¿Te ha pasado que te encuentras en una situación tan difícil, que de sólo pensar en enfrentarla te da temor? ¿O ante un reto tan grande, que de sólo mirar las circunstancias te desanimas? Yo sí, precisamente el otro día estuve pensando sobre un reto muy grande para mí, preguntándole en mi corazón al Señor, - ¿que debería hacer? ¿cómo podría caminar en victoria en ese asunto? meditando sobre esto, me fui a leer la Palabra pidiéndole al Señor que me hablara, y esperando que me diera una respuesta, abrí mi biblia y empecé a leer, y fue cuando vino esta enseñanza a mi corazón, que me gustaría compartir contigo. “Aprendiendo a caminar en victoria” cuando todo lo que está frente a ti, te quiere desesperanzar, tal vez quitar tu paz y alejarte de la fe. Para esto, me gustaría que fuéramos a 2 Crónicas 20. En este pasaje se nos muestra una escena muy singular y atemorizante. ¡Imagina!... El Rey Josafat, Rey de Judá con apenas más de 35 años, es avisado por sus mensajeros que una multitud de guerreros, hijos de Moab y Amon se habían unido para derrotarlo y que ya venían acercándose. ¿Te imaginas? Que tu fueras el rey y supieras que una multitud de guerreros, más grande que tu ejército, ya vienen caminando contra ti? ¿Qué harías?... Josafat, tuvo miedo; me puedo imaginar que yo en su lugar también lo tendría; sin embargo, el miedo no lo paró, por el contrario. Dice la Palabra: “Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.” Después de afrontar la situación tan grave que estaba viviendo como rey y como nación; enfrentó su miedo y corrió a buscar a Dios. ¡Que paso más inteligente! ¿No lo crees? Pero Josafat aún no paró ahí, en seguida, pidió que todos se unieran con el por la misma causa y pidieran ayuda a Dios. Según la historia nos lo confirma, parece que después de buscar a Dios, se levantó con muchos ánimos y confianza y fue delante de todo su pueblo y oro a Dios ahí, delante de toda la gente. Dice en la Palabra que les dijo: “y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?... Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, ...he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. !!Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.” Al terminar de orar delante de todo el pueblo, estaban ahí niños, hombres, mujeres; todos reunidos. Me puedo imaginar que más de alguno estaban atemorizados por la situación que se venía encima. Y en eso el Espíritu de Dios les responde por medio de Jahaziel, “y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.” ¡GUAU! ¿Te imaginas? En medio de esa situación tan difícil, que puso a todo el pueblo a temblar, no solamente a una familia o a un hombre, sino a toda una nación. Ahí, en medio de esos problemas tan grandes, Dios les respondió a su clamor. ¡Que amor y misericordia por su pueblo! Pero la historia no para ahí. Antes de dormirse y salir a enfrentar a esa multitud de guerreros, Dios les da 3 instrucciones: No teman, actúen, y y recuerden que Yo estaré con ustedes, osea, confíen en mí. “No temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros." ¿Te lo imaginas por un momento? Hasta este momento, el rey y todo el pueblo está enterado de la mala noticia, “una multitud de guerreros sanguinarios vienen en contra de ellos y son mayor en número;” Y Dios les dijo que no teman, que Él estará con ellos. Pero... siendo sinceros, en una situación así, ¿realmente estaríamos tranquilos?, ¿estaríamos confiados?, ¿estaríamos sin temor? Es posible, pero tal vez no. Sin embargo, aquí veo el corazón de Josafat, porque no tan sólo se decidió a creerle a Dios por una victoria que todavía no veía y que las circunstancias le decían era imposible de superar, sino que en medio de ese torbellino de malas noticias, Josafat hace algo que para mí es impresionante; deja a un lado lo que pueda estar sintiendo o aun viendo, se decide a creerle a Dios y empieza a adorarlo, dando como resultado, que todo el pueblo lo imitó y adoró. Como dice la palabra: “Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.” La historia continúa... Cuando recién amanece, Josafat hace algo más, que me muestra su sabiduría; previendo que su pueblo podría volver a tener temor, les da palabra de animo, palabra de fe y manda a su gente que alabe al Señor mientras pelean, declarando su fidelidad y su misericordia. “Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.” Ese día termina, dándoles Dios la victoria completa, de una manera impresionante. “Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel. Y el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio paz por todas partes. ...Y reino por 25 anos Josafat sobre Judá, en Jerusalén.” ¡Que magnífica historia! ¿Se la imaginaron? Dios respaldando a su pueblo, en una situación imposible de ganar. Salvando con ello a muchas generaciones más. Pero bueno, ¿qué aprendemos de ella? Me gustaría enumerar algunas cosas que nos enseña esta historia, y que llevaron finalmente a todo un pueblo a la victoria. Cuando nos enfrentemos a una situación difícil o que parece imposible, ante un reto o peligro inminente. Lo más sabio por hacer sería:
Querido hermano, no se que puedas estar pasando ahora mismo, pero Dios lo sabe todo. Si estás en medio de una situación que parece que no tiene salida, o un problema que parece una montaña enorme difícil de cruzar. ¡Vamos!, te invito a orar a Dios conmigo y ha seguir los paso para llegar a la victoria. “Padre bueno, gracias por este día, y por estar en mi vida. Padre, hoy quiero recordar tu grandeza, en verdad eres digno de alabanza. Eres un Dios maravilloso y mi alma lo sabe bien. Señor, reconozco que te necesito, tú sabes la situación que ahora mismo estoy enfrentando, solamente tu intervención podrá llevarme adelante de esto. Por favor, dame una respuesta, mientras yo continúo orando, ayunando y buscando sabiduría en tu Palabra. ¡Dios maravilloso!, en tí confío, abre puertas cerradas que solamente tu puedes abrir, has caminos donde no hay y llévame a la victoria en esta situación. Me rindo a ti, gracias por morir en la cruz y resucitar para darme salvación. Ven a mi vida Jesus, lléname con tu Santo Espíritu y dame sabiduría para afrontar las situaciones de acuerdo a tu voluntad, te lo pido en el nombre de Jesus. Amen,” LECTURA PARA AVANZAR: Salmos 133 (NVI) ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón que va descendiendo sobre los montes de Sión. Donde se da esta armonía, el Señor concede bendición y vida eterna. 2 Crónicas 20:1-32 (NVI) Después de esto, los moabitas, los amonitas y algunos de los meunitas le declararon la guerra a Josafat, 2 y alguien fue a informarle: «Del otro lado del Mar Muerto y de Edom viene contra ti una gran multitud. Ahora están en Jazezón Tamar, es decir, en Engadi.» Atemorizado, Josafat decidió consultar al Señor y proclamó un ayuno en todo Judá. Los habitantes de todas las ciudades de Judá llegaron para pedir juntos la ayuda del Señor. En el templo del Señor, frente al atrio nuevo, Josafat se puso de pie ante la asamblea de Judá y de Jerusalén, y dijo: « Señor, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo, y el que gobierna a todas las naciones? ¡Es tal tu fuerza y tu poder que no hay quien pueda resistirte! ¿No fuiste tú, Dios nuestro, quien a los ojos de tu pueblo Israel expulsó a los habitantes de esta tierra? ¿Y no fuiste tú quien les dio para siempre esta tierra a los descendientes de tu amigo Abraham? Ellos la habitaron y construyeron un santuario en tu honor, diciendo: “Cuando nos sobrevenga una calamidad, o un castigo por medio de la espada, o la peste o el hambre, si nos congregamos ante ti, en este templo donde habitas, y clamamos a ti en medio de nuestra aflicción, tú nos escucharás y nos salvarás.” »Cuando Israel salió de Egipto, tú no le permitiste que invadiera a los amonitas, ni a los moabitas ni a los del monte de Seír, sino que lo enviaste por otro camino para que no destruyera a esas naciones. ¡Mira cómo nos pagan ahora, viniendo a arrojarnos de la tierra que tú nos diste como herencia! Dios nuestro, ¿acaso no vas a dictar sentencia contra ellos? Nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer! ¡En ti hemos puesto nuestra esperanza!» Todos los hombres de Judá estaban de pie delante del Señor, junto con sus mujeres y sus hijos, aun los más pequeños. Entonces el Espíritu del Señor vino sobre Jahaziel, hijo de Zacarías y descendiente en línea directa de Benaías, Jeyel y Matanías. Este último era un levita de los hijos de Asaf que se encontraba en la asamblea. Y dijo Jahaziel: «Escuchen, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escuche también Su Majestad. Así dice el Señor: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes sino mía. Mañana, cuando ellos suban por la cuesta de Sis, ustedes saldrán contra ellos y los encontrarán junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel. Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con ustedes.” » Josafat y todos los habitantes de Judá y de Jerusalén se postraron rostro en tierra y adoraron al Señor, y los levitas de los hijos de Coat y de Coré se pusieron de pie para alabar al Señor a voz en cuello. Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escúchenme: ¡Confíen en el Señor, y serán librados! ¡Confíen en sus profetas, y tendrán éxito!» Después de consultar con el pueblo, Josafat designó a los que irían al frente del ejército para cantar al Señor y alabar el esplendor de su santidad con el cántico: «Den gracias al Señor; su gran amor perdura para siempre.» Tan pronto como empezaron a entonar este cántico de alabanza, el Señor puso emboscadas contra los amonitas, los moabitas y los del monte de Seír que habían venido contra Judá, y los derrotó. De hecho, los amonitas y los moabitas atacaron a los habitantes de los montes de Seír y los mataron hasta aniquilarlos. Luego de exterminar a los habitantes de Seír, ellos mismos se atacaron y se mataron unos a otros. Cuando los hombres de Judá llegaron a la torre del desierto para ver el gran ejército enemigo, no vieron sino los cadáveres que yacían en tierra. ¡Ninguno había escapado con vida! Entonces Josafat y su gente fueron para apoderarse del botín, y entre los cadáveres encontraron muchas riquezas, vestidos y joyas preciosas. Cada uno se apoderó de todo lo que quiso, hasta más no poder. Era tanto el botín, que tardaron tres días en recogerlo. El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron al Señor; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá, nombre con el que hasta hoy se le conoce. Más tarde, todos los de Judá y Jerusalén, con Josafat a la cabeza, regresaron a Jerusalén llenos de gozo porque el Señor los había librado de sus enemigos. Al llegar, entraron en el templo del Señor al son de arpas, liras y trompetas. Al oír las naciones de la tierra cómo el Señor había peleado contra los enemigos de Israel, el temor de Dios se apoderó de ellas. 30 Por lo tanto, el reinado de Josafat disfrutó de tranquilidad, y Dios le dio paz por todas partes. Fin del reinado de JosafatJosafat tenía treinta y cinco años cuando ascendió al trono de Judá, y reinó en Jerusalén veinticinco años. El nombre de su madre era Azuba hija de Siljí. Siguió el buen ejemplo de su padre Asá y nunca se desvió de él, sino que hizo lo que agrada al Señor. ORACIÓN DE ESTE MES:
POR EL ACTUAL Y EL PRESIDENTE DE MI PAÍS "Padre bueno, me uno a cada persona que está levantando esta oración a ti, pongo delante de ti la vida del presente y del futuro presidente de mi país. Señor, tú los conoces mejor que yo porque tú lo creaste. Padre bueno, hoy te quiero pedir que tu santo espíritu lo guíe y le enseñe tu voluntad para su vida, te pido también que lo ayudes y le des sabiduría para ser el líder que lleve al país en acuerdo con tu voluntad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila. Te pido que bendigas la obra de sus manos para que prospere este país. Te pido que lo guíes a tomar decisiones sabias, de acuerdo a tu Palabra. Pastorea su alma para que en todo tiempo él pueda escuchar tu voz claramente como oveja al pastor. Te pido que tus ángeles acampen alrededor de él y lo guarden del mundo. También oro para que lo protejas y le des el discernimiento para no caer en tentación ni en las trampas del maligno. Padre bueno, tú sabes tu plan para su vida, y se que es el mejor; hoy te pido que se haga tu voluntad en su vida. Oro a ti para que llenes su corazón con tu paz* que sobrepasa todo entendimiento y pongas en él la confianza de saber que tú estás con él a cada paso que da. Gracias Padre, por la obra* que haces en el cada día, porque te ama y te sigue todos los días de su vida. Gracias por amarnos tanto Padre. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amen." "PADRE, TU PALABRA ES VERDAD Y EN TI CONFIAMOS" LECTURA: (Todas las citas bíblicas son en (DHH), a menos que se mencione lo contrario) Filipenses 1:6 Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese. 1 Timoteo 2:1-4 En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad. Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Proverbios 29:2 : Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime. Romanos 13:1-3: Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno, pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad están allí colocados por Dios. Por lo tanto, cualquiera que se rebele contra la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido, y será castigado. Pues las autoridades no infunden temor a los que hacen lo que está bien, sino en los que hacen lo que está mal. ¿Quieres vivir sin temor a las autoridades? Haz lo correcto, y ellas te honrarán Juan 10:27 Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Filipenses 4:7 Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús. Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|