Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Hace varios años mi hija Aranza se estaba preparando para casarse. Ella había estado orando por varios años por un hombre especialmente con las características que deseaba. Deseaba un hombre responsable, amoroso, temeroso de Dios y a sus ojos muy guapo.
Se llegó el tiempo en que conoció por fin al que sería el amor de su vida Ellos estuvieron varios años de novios y al fin un día él se le propuso para casarse. Ese fue un día muy especial, porque el estuvo preparando cada detalle para que fuera toda una sorpresa. Primero la recogieron en una limusina con varias de sus mejores amigas y la llevaron al lugar donde le pediría la mano. Este lugar fue un parque con una naturaleza verdaderamente hermosa, era un jardín botánico, conocido por su belleza y gran tamaño. Recuerdo que el plan de él, fue que ella fuera caminando por un largo camino por aproximadamente 20 o 30 minutos hasta llegar al punto donde lo iba a encontrar. Sin embargo, aunque ella caminaba sola, no estaba sola en su andar, el plan la dirigía paso a paso a su destino, porque durante todo este camino ella se iba encontrando con alguna persona, amigo del novio que le iba haciendo ciertas preguntas y la iba retando a llegar al lugar donde se encontraría con su amado. Cuando por fin ella recorrió todo el camino y llegó al lugar esperado, ahí estaba él, con unos ojos llenos de amor y una sonrisa enorme, esperándola. El paisaje de fondo era hermoso, y mientras ella se acercaba más, el empezó a tocar una canción especialmente para ella. Entonces él se inclinó en su rodilla y le preguntó, Aranza, -Te casarías conmigo? recuerdo que fue un momento muy emotivo, los familiares estábamos mirando desde atrás sin romper el escenario, para que ese momento tan especial se guardara con el tiempo en sus corazones. Podíamos mirar como ellos estaban tan felices y emocionados de lo que estaba ocurriendo. Sus ojos casi lloraban de alegría cuando por fin ella le respondió, SI! Cuando ella le dijo SI, creo que en ese momento su corazón estaba tan emocionado que no pensó lo que vendría en el futuro solamente capturó el momento tan especial y tan emotivo para su vida. Ese día llegó a su fin, y fue cuando los preparativos para la boda iniciaron. Recuerdo que todo esto fue como un viaje de varios meses en el que la novia junto con nosotros su familia estuvo preparando todos los eventos y detalles para llegar al día especial de la boda. Ese SI que le había dado a su novio, tenía un significado muy especial porque le estaba diciendo, SI estoy dispuesta a casarme contigo, SI estoy dispuesta a caminar juntos y estar siempre a tu lado. Si estoy dispuesta a compartir mi vida contigo. Los planes para buscar el vestido y el lugar donde se casarían luego luego iniciaron. Fueron varios meses en los que ella estuvo buscando el vestido que le quedara mejor y se ajustara a su presupuesto aunque era limitado. Estuvo probándose unos, probándose otros, esperando que las cosas salieran bien y poder encontrar el que más le gustara sin salirse del presupuesto. Sin embargo, su confianza en el Señor estaba bien firme, ella estaba más que contenta y agradecida porque se iba casar con el amor de su vida. Dios habia escuchado su oración. Recuerdo que por fin encontró el vestido que ella deseaba y lo compro. Enseguida pasamos a buscar el salón, habia unos salones totalmente hermosos pero fuera de nuestro presupuesto, pero eso no la desánimo, continuó buscando hasta que encontró el ideal. Al inicio de los planes, yo la veía preguntándose cómo podría ser posible tener una boda tan bonita como la habia imaginado, con el presupuesto tan ajustado y con el tiempo libre tan limitado para organizar cada detalle. Sin embargo, todo salió mejor de lo planeado, fue un día muy hermoso y muy especial para nuestras vidas, en especial para los novios. Después de todos esos meses buscando lo mejor y tratando de estirar el presupuesto para que las cosas salieran bonitas, te puedo decir que todo salió mucho mejor de lo que habíamos pensado o aún imaginado. Creo que en la vida de cada uno de nosotros podemos tener momentos especiales en los que nos toca decir SI a alguna situación. SI me quiero casar contigo, SI estoy de acuerdo en trabajar aquí, Si voy entrar a estudiar, SI voy a avanzar en esta situación. Sin embargo, creo que una de las cosas más importantes que tenemos que decidir, es cuando el Señor nos pregunta, ¿Quieres seguirme? ¿Quieres que Mi plan y Mi propósito se cumplan en tu vida? ¿Estarías dispuesto a decirme Si? No sé si alguna vez te ha pasado o te lo has preguntado, pero para cada uno de nosotros Dios tiene un plan y un llamado. Los pensamientos de Dios para tu vida son de bien y bienestar. Si El te ha llamado, es porque El sabe que tienes el corazón para servirle y las cualidades para lograrlo. Sin embargo, servirle a Dios no depende únicamente de nosotros mismos, sino que depende del momento en que le decimos SI . Cuando le decimos SI al Señor, no tenemos porque tener temor, porque de igual manera como el proceso de una novia preparándose para el día de la boda, así Dios te va llevando paso a paso y te va habilitando para lograr en ti la obra que el planeo para tu vida. Es por su gracia y por su espíritu Santo que nos va habilitando y empoderando para que su voluntad se haga en nuestras vidas. Y al igual que la novia, DIOS TE PEINA Y TE PONE GUAPO. La preparación no es una situación de un día, por el contrario es una experiencia progresiva que será día a día y se irá logrando con nuestra relación continua con El. Quizás tu mismo has pensado, “pero es que yo soy una persona común y corriente, creo que no tengo nada especial” y sabes, estás en lo cierto, realmente cada uno de nosotros, somos personas ordinarias pero tenemos a un Dios extraordinario. Un Dios dispuesto a llevarnos a lograr cosas que ni siquiera hemos imaginado, solamente con decirle SI, Porque ¡Dios usa personas ordinarias para hacer cosas extraordinarias! como JESUS le dijo a Pablo, “bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tus debilidades”. 2 Corintios 12:9 Entre más vamos dependiendo de Dios y caminando con él, El seguirá trabajando en nosotros para que su voluntad se haga en nuestra vida. Cada uno de nosotros tenemos una tarea y un propósito planeados por Dios, más sin embargo está en nosotros decirle SI. ¡No lo dudes más! el Señor está esperando que le digas “si Señor, heme aquí” ¡envíame a mí! Quiero ser un instrumento útil en tus manos. Y entonces verás a Dios hacer maravillas a través de ti. Oremos juntos, "Padre bueno, gracias porque me has hecho reflexionar que tengo un propósito en ti, quiero descubrirlo Señor. Padre, perdóname mis pecados y aún los que me sean ocultos. Ayúdame de una manera especial, hoy te abro mi corazón para que vengas a mi vida y me llenes con tu Espíritu, habilítame para caminar en tus caminos y dirígeme paso a paso, deseo que tu plan para mi vida se realice. Gracias Señor por amarme tanto. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén." Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
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AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
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