Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Alégrate! El otro día salí en el carro para hacer unos mandados. Era una distancia larga, por lo que duraría manejando algo de tiempo, sin embargo, fue uno de esos días en que pensé que quizá era mejor manejar en silencio, sin escuchar la radio, o programas de Youtube, ni aun un buen Podcast. Simplemente quería estar a solas y en silencio con mis pensamientos. Mientras iba manejando empecé a meditar en como me sentía, había una extraña sensación en mi corazón, era un sentimiento como de añoranza o melancolía. No se porque, pero simplemente sentía nostalgia. Te has sentido alguna vez así? Por unos momentos reflexione con cuánta facilidad me he sentido así la última década de mí vida. Con frecuencia me he encontrado sintiéndome de esa manera en este país. Nostálgica! Mientras meditaba sobre esto, me puse a pensar en la gente alrededor de mí, en el trabajo, en la colonia, aún en calle, y he notado como ellos también reflejan en momentos el mismo sentimiento. Empecé a platicar con el Señor y a preguntarle. -Señor, porque algunas veces sentimos nostalgia con tanta facilidad? -Porque nos sentimos nostálgicos aún cuando aparentemente todo está bien en nuestra vida? Mientras continuaba pensando sobre ello, escuche en mi interior la voz del Espíritu Santo decirme suavemente: “Mira bien a tu alrededor y notarás todas mis bondades” Esta pequeña frase lleno mi corazón. Fue uno de esos momentos cuando sabes que Dios te habla. De una manera sobrenatural el Espíritu me hizo comprender la situación. Es común de la naturaleza humana, que tendemos fácilmente a olvidar las cosas buenas que tenemos en nuestra vida. Yo misma me sorprendí al darme cuenta con cuánta facilidad había ya olvidado los hermosos tiempos familiares que tuve hace apenas unos pocos días atrás. Nos empezamos a envolver en las cosas rutinarias de la vida, y cuando menos nos damos cuenta, olvidamos simplemente observar los cosas que tienen valor, las maravillas que Dios ha hecho en nuestras vidas, ¡sus bondades para con nosotros! Por eso el Espíritu me habló diciendo: “Mira bien a tu alrededor y notarás todas mis bondades” Es como el pueblo de Israel en el desierto, apenas Dios los había libertado de la esclavitud, cuando ya habían dejado muy atrás guardado en su memoria todas las maravillas que había hecho por ellos, para enfocarse solamente en lo que veían sus ojos naturales, desierto y más desierto. No se paraban a mirar bien, a recordar las maravillas que Dios había estado haciendo en medio de ellos. Por eso mismo los empezaba a rodear el sentimiento de nostalgia. Sentir nostalgia, como lo define el diccionario, es un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o de algo querido para ti. Es sinónimo de melancolía, tristeza, pesadumbre, pesar, aflicción, pena y añoranza. La nostalgia fue precisamente la que propició que el pueblo de Israel se empezará a olvidar de las bondades de Dios para con ellos, para sustituirlo por la queja y lamentación. Y fue esta actitud lo que finalmente los llevó a quedarse 40 años en el desierto. Imagínate!!! Recorrieron durante 40 años un camino que podrían haber caminado en tan solo 11 días. Qué tristeza! no te parece? Olvidarse de las cosas buenas por estar añorando aun inconscientemente el pasado no es algo ajeno al ser humano, es una “cualidad” de la naturaleza humana desde la caída de Adán en el paraíso. Sin embargo, ahora con Cristo Jesús, todas las cosas fueron hechas nuevas, somos nuevas criaturas y tenemos el poder del Espíritu para decidir dejar atrás la nostalgia y cambiarla por alabanza. Mientras continuaba meditando sobre esto, pensé: “¡que fácil es perder el verdadero enfoque de las cosas!” Que sencillo es pasar de un estado de ánimo feliz y agradecido, a uno de nostalgia y quizás hasta “quejabanza”. Quizá parece algo sin mucha importancia, pero creo que no lo es, porque veo claramente en el ejemplo del pueblo de Israel, como por este motivo fueron perdiendo su verdadera visión, “llegar a la tierra prometida”. Fue algo que no paso en un solo día, sin embargo, fueron cambiando paso a paso y día con día. Fue como una trampa que los llevaba cada hora más profundo. Todo inició con un sencillo sentimiento de nostalgia, después se llenaron de desesperanza porque ya no traían más a la memoria las bondades que el Señor había hecho y todo se veía incierto. En seguida empezaron a quejarse de su vida. Fue así como dejaron por completo el gozo y toda esperanza de un futuro mejor. Final y tristemente, perdieron la perspectiva de lo más importante para sus vidas, que seguían y servían a un Dios maravilloso!. Un Dios que los había sacado de la esclavitud. El Dios creador del cielo y las estrellas y todo en lo que en el mundo hay. Su Dios. El gran YO SOY. Un Dios fiel que siempre había estado con ellos y que nunca los dejaría. Creo fielmente que por esto el salmista nos anima de continuo a alabar y agradecer a Dios. Para no olvidarnos de sus bondades. Como esta escrito, “Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Alaben al Señor, todas sus obras en todos los ámbitos de su dominio. ¡Alaba, alma mía, al Señor!” salmo 103 1-2, 22. Su Palabra constantemente nos impulsa a recordar que cada buena dádiva en nuestras vidas, proviene del Padre, y eso nos es suficiente para no perder la perspectiva de vivir alegres cada día. (Santiago 1:17) Como seres humanos en general, creo que todos alguna vez nos hemos llegado a sentir así, de la misma manera que te compartí, nostálgicos. Sin embargo, no es la voluntad de Dios vivir de esa manera. Filipenses 4:4 nos dice, ”Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!” Esto nos responde la pregunta, Cuándo hay que estar alegres? Siempre. Mientras continuaba manejando y casi finalizando el viaje a mi destino, decidida deje atrás la nostalgia y puse en práctica esta palabra que me había mostrado el Señor. Empecé a recordar cada bondad que Dios ha hecho en mi vida, y a agradecer en voz audible. Mientras hacia memoria de cada cosa, le decía, “Gracias Señor porque tengo salud y vida, gracias por estos días pasados que pudimos pasar tan contentos y en familia. gracias por la vida de mis hijos, gracias por tus bondades"..... Y continué alabando y agradeciendo por cada pequeña y grande cosa que recordaba, hasta que llegue a mi destino. Al hacer esto, me fui dando cuenta como la nostalgia poco a poco se iba y la alegría llenaba mi corazón de nuevo. Esa inmensa alegría que no se compra con dinero. El gozo del Señor. Dios nos ama inmensamente! Y por lo mismo El nos anima una y otra vez a recordar sus maravillas. “Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño. Meditaré en todas tus proezas; evocaré tus obras poderosas.” “Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza. El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!»” Salmos 77:11-12, Lamentaciones 3:21-24 Es su deseo que hagamos memoria y valoremos a diario cada cosa buena que El nos da. Cómo lo digo en las clases “es bueno hacer memoria de las buenas memorias”. Iniciemos nuestro día recordando cuánto nos ama nuestro Padre. El Señor siempre está con nosotros para ayudarnos. Esto será suficiente motivo para estar alegres aún en medio de las situaciones que parecen un desierto en nuestra vida, o simplemente como yo en ese día, en medio del aburrimiento. Alégrate!!! Otra vez te digo. Alégrate siempre! Gracias a Dios por su gran amor y cuidado para con sus hijos. No quisiera quedarme “manejando” el rumbo de mi vida sumida en la nostalgia. Por el contrario, deseo de corazón recordar cada día sus maravillas, y vivir alegre y agradecida. Querido amigo, si te identificas con mi historia y te has sentido así, te invito a que oremos juntos a PAPÁ: Padre bueno, gracias por tu gran amor por nosotros. Gracias porque tu mirada está puesta en mí aunque a veces no lo perciba. Gracias por tu paciencia para conmigo. Hoy te quiero pedir que me ayudes, me he sentido en ocasiones con nostalgia, a veces por el pasado y a veces sin razón alguna. Pero no quiero vivir así, deseo sentirme alegre, contento y agradecido. Por favor perdóname, te abro hoy mi corazón y te pido que vengas a mí y me llenes con tu Espíritu. Dame el discernimiento para saber cuando me estoy quedando atrapado en ese sentimiento. Señor, me rindo a ti, deseo que tu espíritu Santo me guíe. Por favor ayúdame a conocerte más cuando lea tu Palabra. Así como el salmista, hoy le digo a mí alma, “Alma mía, alégrate en el Señor tu Dios, el es tu Señor y tu salvación. En El confiare”. Gracias Padre, te adoro. En el nombre de Jesús. Amen. Lectura Para Avanzar: Todas las citas son en NVI-E a menos que se indique lo contrario
Vamos a unirnos este mes para creer y pedirle a nuestro Padre. EL Dios maravilloso que hace posible lo imposible. Vamos a levantar nuestra oración como su iglesia, como sus hijos, como su ejército ORACIÓN.
DIOS PROTEJA Y GUÍE A NUESTROS HIJOS: "Padre bueno, me uno a cada persona que está levantando esta oración a ti, ponemos delante de ti la vida de mi hijo/a _______ y _________ (nombra cada uno de los que quieras poner en oración). Padre bueno, gracias por este día. Perdona mis ofensas y límpiame con tu sangre de toda maldad. Señor, tú lo conoces mejor que yo porque tú lo creaste desde el vientre. Padre bueno, hoy te quiero pedir que vuelvas su corazón a mi como su madre/padre y a ti como su Dios. Te pido que donde quiera que el ande, tu Santo Espíritu lo guíe en todo momento. Te pido que lo llenes más para que no sea confundido ni avergonzado. Te pido que pastorees su alma para que en todo tiempo él pueda escuchar tu voz claramente como oveja al pastor. Te pido que tus ángeles acampen alrededor de él y lo guarden del mundo. También oro para que lo protejas y le des el discernimiento para no caer en tentación ni en las trampas del maligno. Padre bueno, tú sabes tu plan para su vida, y se que es el mejor; hoy te pido que se haga tu voluntad en su vida. Oro a ti para que llenes su corazón con tu paz* que sobrepasa todo entendimiento y pongas en él la confianza de saber que tú estás con él a cada paso que da. Te pido que le hables a su corazón, y lo enseñes en tus caminos, para que grande sea su bienestar. *Te pido que lo unjas y le des la sabiduría *para andar en el mundo y aún así poder hacer tu voluntad. Gracias Padre, por la obra* que haces en el cada día, porque él es un hombre que te ama y te sigue todos los días de su vida. Gracias por amarnos tanto Padre. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amen." "PADRE, TU PALABRA ES VERDAD Y EN TI CONFIAMOS" (Todas las citas bíblicas son en (DHH), a menos que se mencione lo contrario)
Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
1 Comment
Laura
8/4/2018 01:27:51 pm
Querida Laura, doy gracias por tu permanencia en compartir con nosotros tus conversaciones y meditaciones con Nuestro Pdre. Mi Pdre me ama y es por eso q me llevo a tu publicacion, porque necesitaba decirme justo esto. Que Dios te bendiga!
Reply
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|