Hace varios años mi hija Aranza se estaba preparando para casarse. Ella había estado orando por varios años por un hombre especialmente con las características que deseaba. Deseaba un hombre responsable, amoroso, temeroso de Dios y a sus ojos muy guapo.
Se llegó el tiempo en que conoció por fin al que sería el amor de su vida Ellos estuvieron varios años de novios y al fin un día él se le propuso para casarse. Ese fue un día muy especial, porque el estuvo preparando cada detalle para que fuera toda una sorpresa. Primero la recogieron en una limusina con varias de sus mejores amigas y la llevaron al lugar donde le pediría la mano. Este lugar fue un parque con una naturaleza verdaderamente hermosa, era un jardín botánico, conocido por su belleza y gran tamaño. Recuerdo que el plan de él, fue que ella fuera caminando por un largo camino por aproximadamente 20 o 30 minutos hasta llegar al punto donde lo iba a encontrar. Sin embargo, aunque ella caminaba sola, no estaba sola en su andar, el plan la dirigía paso a paso a su destino, porque durante todo este camino ella se iba encontrando con alguna persona, amigo del novio que le iba haciendo ciertas preguntas y la iba retando a llegar al lugar donde se encontraría con su amado. Cuando por fin ella recorrió todo el camino y llegó al lugar esperado, ahí estaba él, con unos ojos llenos de amor y una sonrisa enorme, esperándola. El paisaje de fondo era hermoso, y mientras ella se acercaba más, el empezó a tocar una canción especialmente para ella. Entonces él se inclinó en su rodilla y le preguntó, Aranza, -Te casarías conmigo? recuerdo que fue un momento muy emotivo, los familiares estábamos mirando desde atrás sin romper el escenario, para que ese momento tan especial se guardara con el tiempo en sus corazones. Podíamos mirar como ellos estaban tan felices y emocionados de lo que estaba ocurriendo. Sus ojos casi lloraban de alegría cuando por fin ella le respondió, SI! Cuando ella le dijo SI, creo que en ese momento su corazón estaba tan emocionado que no pensó lo que vendría en el futuro solamente capturó el momento tan especial y tan emotivo para su vida. Ese día llegó a su fin, y fue cuando los preparativos para la boda iniciaron. Recuerdo que todo esto fue como un viaje de varios meses en el que la novia junto con nosotros su familia estuvo preparando todos los eventos y detalles para llegar al día especial de la boda. Ese SI que le había dado a su novio, tenía un significado muy especial porque le estaba diciendo, SI estoy dispuesta a casarme contigo, SI estoy dispuesta a caminar juntos y estar siempre a tu lado. Si estoy dispuesta a compartir mi vida contigo. Los planes para buscar el vestido y el lugar donde se casarían luego luego iniciaron. Fueron varios meses en los que ella estuvo buscando el vestido que le quedara mejor y se ajustara a su presupuesto aunque era limitado. Estuvo probándose unos, probándose otros, esperando que las cosas salieran bien y poder encontrar el que más le gustara sin salirse del presupuesto. Sin embargo, su confianza en el Señor estaba bien firme, ella estaba más que contenta y agradecida porque se iba casar con el amor de su vida. Dios habia escuchado su oración. Recuerdo que por fin encontró el vestido que ella deseaba y lo compro. Enseguida pasamos a buscar el salón, habia unos salones totalmente hermosos pero fuera de nuestro presupuesto, pero eso no la desánimo, continuó buscando hasta que encontró el ideal. Al inicio de los planes, yo la veía preguntándose cómo podría ser posible tener una boda tan bonita como la habia imaginado, con el presupuesto tan ajustado y con el tiempo libre tan limitado para organizar cada detalle. Sin embargo, todo salió mejor de lo planeado, fue un día muy hermoso y muy especial para nuestras vidas, en especial para los novios. Después de todos esos meses buscando lo mejor y tratando de estirar el presupuesto para que las cosas salieran bonitas, te puedo decir que todo salió mucho mejor de lo que habíamos pensado o aún imaginado. Creo que en la vida de cada uno de nosotros podemos tener momentos especiales en los que nos toca decir SI a alguna situación. SI me quiero casar contigo, SI estoy de acuerdo en trabajar aquí, Si voy entrar a estudiar, SI voy a avanzar en esta situación. Sin embargo, creo que una de las cosas más importantes que tenemos que decidir, es cuando el Señor nos pregunta, ¿Quieres seguirme? ¿Quieres que Mi plan y Mi propósito se cumplan en tu vida? ¿Estarías dispuesto a decirme Si? No sé si alguna vez te ha pasado o te lo has preguntado, pero para cada uno de nosotros Dios tiene un plan y un llamado. Los pensamientos de Dios para tu vida son de bien y bienestar. Si El te ha llamado, es porque El sabe que tienes el corazón para servirle y las cualidades para lograrlo. Sin embargo, servirle a Dios no depende únicamente de nosotros mismos, sino que depende del momento en que le decimos SI . Cuando le decimos SI al Señor, no tenemos porque tener temor, porque de igual manera como el proceso de una novia preparándose para el día de la boda, así Dios te va llevando paso a paso y te va habilitando para lograr en ti la obra que el planeo para tu vida. Es por su gracia y por su espíritu Santo que nos va habilitando y empoderando para que su voluntad se haga en nuestras vidas. Y al igual que la novia, DIOS TE PEINA Y TE PONE GUAPO. La preparación no es una situación de un día, por el contrario es una experiencia progresiva que será día a día y se irá logrando con nuestra relación continua con El. Quizás tu mismo has pensado, “pero es que yo soy una persona común y corriente, creo que no tengo nada especial” y sabes, estás en lo cierto, realmente cada uno de nosotros, somos personas ordinarias pero tenemos a un Dios extraordinario. Un Dios dispuesto a llevarnos a lograr cosas que ni siquiera hemos imaginado, solamente con decirle SI, Porque ¡Dios usa personas ordinarias para hacer cosas extraordinarias! como JESUS le dijo a Pablo, “bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tus debilidades”. 2 Corintios 12:9 Entre más vamos dependiendo de Dios y caminando con él, El seguirá trabajando en nosotros para que su voluntad se haga en nuestra vida. Cada uno de nosotros tenemos una tarea y un propósito planeados por Dios, más sin embargo está en nosotros decirle SI. ¡No lo dudes más! el Señor está esperando que le digas “si Señor, heme aquí” ¡envíame a mí! Quiero ser un instrumento útil en tus manos. Y entonces verás a Dios hacer maravillas a través de ti. Oremos juntos, "Padre bueno, gracias porque me has hecho reflexionar que tengo un propósito en ti, quiero descubrirlo Señor. Padre, perdóname mis pecados y aún los que me sean ocultos. Ayúdame de una manera especial, hoy te abro mi corazón para que vengas a mi vida y me llenes con tu Espíritu, habilítame para caminar en tus caminos y dirígeme paso a paso, deseo que tu plan para mi vida se realice. Gracias Señor por amarme tanto. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén."
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El otro día me puse a pensar en el mejor maestro que yo tuve, estuve acordándome de varios, porque en realidad me tocó tener, no uno solo sino varios maestros que considero como muy buenos maestros. Pero si me pusiera a escoger uno entre todos ellos, creo que para mí, el mejor maestro fue de hecho una maestra muy especial. Vamos, te invito ¡trata de imaginarla conmigo!, Ella se llamaba Carmen, pero todos en la escuela le decíamos de cariño Carmelita, tenía alrededor de 70 años, era una señora con el rostro de una dulce abuelita (no como la de caperucita, jaja, más bien como la del chocolate abuelita) ella me enseñó durante todo año del 6o grado de primaria. Cuando ella llegaba a clase, algo especial pasaba, todos nos callábamos por respeto, pero aún en el silencio se sentía como su llegada alegraba el salón porque estábamos esperando saber “que nos iría a contar hoy.” Cuando se ponía al frente y empezaba a hablar, uno podía notar su gran experiencia al compartir de sus vivencias, también mostraba un buen conocimiento sobre cada tema o materia; ya que por ser 6o de primaria, ella sabía y nos enseñaba de todo; historia, lectura, matemáticas, ortografía, geografía y más. En realidad enseñaba todo lo requerido por la escuela, excepto deportes. Recuerdo que de las mejores cosas que veía en ella, era la atención que nos ponía a cada uno cuando levantábamos la mano para preguntar, así como su forma de explicar las cosas. Explicaba de una manera tan sencilla, que aunque fueran las matemáticas más difíciles o aún historia, le entendías todo muy bien. Se veía el cariño con que enseñaba porque nunca te hacía sentir mal, al contrario, te animaba a continuar. También me gustaba cuando en el recreo me acercaba a ella por el simple gusto de escucharla hablar, porque de ella siempre podías esperar una breve historia o alguna de sus ocurrencias que te hacían reír. Tenia un carácter de lo más agradable! Puesto que siempre estaba de buenas y dispuesta a compartir. Pero más recuerdo aún, cuando al final de la clase alguna vez me acerqué a su escritorio con alguna preocupación o duda. Cuando esto pasaba, me sonreía mientras me miraba atenta y me daba todo el tiempo para explicarme como si no tuviera ninguna prisa; esto era una agradable sensación y alegría tal en mí corazón que todavía la recuerdo con gratitud. ¿Pudiste imaginarla conmigo? Me alegro que así fuera. “Es bueno hacer memoria de las buenas memorias.” ¿No lo crees así? ¿Recuerdas tú, cuál es el mejor maestro que tuviste? Tal vez tuviste alguno así, que al igual que a mí te dejo un buen recuerdo. ¿Fue en la primaria, o quizás en la secundaria? ¿Recuerdas cómo era en su forma de ser y lo que te enseñaba? ¿Cómo era físicamente y cómo hablaba? ¿Qué es lo que más te impresionaba de este maestro(a) en particular? ¿Lo recordaste? ¿Impactó tu vida de una buena manera? Espero que hayas recordado algo agradable y te haya hecho sonreír el voltear a los recuerdos de esa persona que te inspiró y de alguna forma impactó tu vida. Sabes, yo creo que hay personas que tienen el talento o el don para ser maestros, porque a lo largo de su camino, tocan vidas de una manera positiva, dejando huella e impartiendo sabiduría. Son ese tipo de maestros, buenos maestros de los que quisieras seguir aprendiendo y que en ciertas situaciones en la vida estuvieran ahí para ayudarte, para escuchar tus dudas, darte una palabra de ánimo o recibir sabiduría. ¿No te parece? Bueno, ahora imagínate a ese maestro, el más sabio, agradable, atento, cariñoso, con todas las buenas cualidades que te impactan, ese excelente maestro que siempre tiene una respuesta, una buena palabra, un buen consejo. Sigue imaginándote que ese agradable maestro es muy grande en sabiduría y tiene una escuelita solo de dos, para tí y para El. Este maestro tiene la intención de darte todo el tiempo que necesites para comprenderte, y cubrir todas las atenciones que necesites. Está comprometido de corazón para escucharte y responderte cada duda que tengas. Y está dispuesto para darte toda la sabiduría que necesites en cada paso que das en tu vida, en tu trabajo, y con tu familia. Ahora, se como un niño y usa tu mejor imaginación e imagínatelo como un pequeño pero a la vez gran maestro, con toda la sabiduría de Dios. -¿Ya lo imaginaste? Ahora imagínalo viviendo dentro de ti, si! leiste bien, viviendo dentro de ti! Esperando a que tu platiques con él y le pidas sabiduría; esperando enseñarte, esperando que lo escuches para mostrarte la mejor manera de hacer las cosas, la manera que trae más bendición a tu vida. Pensar que viva dentro de ti parece algo inimaginable, ¿no es cierto? Pero no lo es! Ese maestro que puede ser tan pequeño como para vivir en ti, pero tan grande que tiene toda las sabiduría de Dios mismo, es el maravilloso Espíritu Santo. Platiquemos un poco, Antes de la creación del mundo y por siempre, el Espíritu Santo ha existido, El es Dios mismo, veamos lo que nos dice nuestro Padre en su Palabra: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios se movía, iba y venía sobre la superficie de las aguas.” Génesis 1:1-2 Hasta antes de la venida de Jesus a la tierra, el Espíritu no estaba aquí, solamente hablaba a través de ciertas personas a las cuales Dios lo enviaba, (gente escogida por él, como ejemplo los profetas), pero ahora, Jesus mismo nos prometió que el Espíritu Santo estaría con nosotros, como lo vemos en Juan, donde Jesus mismo nos dice: "Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros." Juan 14:16-17 Aquí vemos que Jesus nos promete que Dios el Padre enviará su Santo Espíritu y en el pasaje de en seguida vemos que ese mismo Espíritu, es decir, el Espíritu Santo, es quien nos va a enseñar como un maestro. "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho". (Juan 14:26) "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos". (Juan 16:12-14) En la carta a los Corintios nos muestra una verdad sorprendente. Cuando le entregamos nuestra vida a Jesus, el Espíritu Santo habita en nosotros, y estará con nosotros toda nuestra vida para enseñarnos y hablarnos. El es el mejor maestro que podemos tener, ya que Dios mismo nos enseña con su sabiduría. "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?" (1 Corintios 3:16) ¿Qué ventaja tan grande, no lo crees? poder tener un maestro sabio para ti solo. Te animo a que lo invites a platicar contigo y te conviertas en su mejor amigo. Imagínalo y velo como tu maestro favorito, deja que te enseñe, que abra tus ojos, que te consuele, que te anime. Hoy mismo apercibe su presencia dentro de ti, Él es el mejor maestro que puedes tener, es la mejor ayuda, está disponible las 24 horas del dia para platicar contigo. Con El todo es posible, se llama el consolador, el Espíritu Santo que nos lleva a toda verdad, nos enseña y nos da la sabiduría para tomar las mejores decisiones. Bueno, pero en la vida práctica, ¿cómo lograr esto? ¿cómo tener una relación con El? En la vida práctica, como toda buena relación, el compañerismo se va desarrollando día a día con el mismo convivir. Hablando con el de tu corazón, preguntándole, diciéndole tus preocupaciones, dudas, y también permitiendo que el te hable. Para tener compañerismo con él, hay que hablar como lo harías con un amigo, pero también hay que escuchar. Yo he aprendido 3 maneras en como el Espíritu Santo nos habla:
Realmente con un oído atento y un corazón dispuesto, el precioso Espíritu Santo siempre nos está queriendo hablar y enseñar. El tiene todo el tiempo del mundo para hacerlo, solamente es cuestión de apercibirse de su Presencia, de recordar que El vive en ti y empezar a tener compañerismo con el. Te invito a que tengas esa relación, esa intimidad, ustedes solos, tu y el espíritu Santo, creanme que no hay mayor gozo que platicar con el Espíritu Santo, y ver como en cada situación que le llevas, El responde y nos hace comprender las cosas como el mejor maestro que él es. Nos enseña a escucharlo y a caminar diferente, ahora con su sabiduría. Además, algo de gran valor es que el desea dar a través de ti su fruto, que es: Paz, gozo, amor, fe, mansedumbre, templanza, y benignidad. “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.” (Gálatas 5:22-23) Este fruto, es algo natural que empiezas a experimentar cuando tu relación con el Espíritu Santo, tu maestro, se convierte en un convivir diario y a cada momento. Este fruto, es algo que mejora grandemente tu relación familiar. Porque no depende de ti o tu carácter, depende de El, quien está dando fruto a través de ti. Caminemos hoy recordando, apercibidos de que el mejor maestro del mundo es El Espíritu Santo. El es nuestro amigo, nos ama, vive en nosotros, y desea tener compañerismo con nosotros. Desea darnos a conocer la voluntad del Padre para nuestras vidas y desea compartirnos de su sabiduría en toda situación. ¿Te gustaría conocerlo más? Te invito a orar conmigo estas palabras de tu corazón: "Padre bueno, gracias por recordarme que me amas y deseas que te conozca más a través de tu Espíritu, gracias también por mandar a tu hijo Jesus a morir en la cruz en mi lugar, porque ahora soy tu hijo y puedo llamarte Papi. Papi, yo reconozco que Jesus murió en la cruz para pagar por mis pecados, y salvarme. Se que no hay manera de pagar este regalo, pero hoy le abro mi corazón para que venga a vivir en mí y sea el Señor de mí vida, también te pido que me llenes con tu Espíritu Santo y me enseñes a conocerte más a través del compañerismo diario contigo. Gracias Papi, todo te lo pido en el nombre de jesus, amén." Lectura
Oración unidos para este mes, 'Padre bueno, me uno a esta oración por cada matrimonio que conozco, que está en mi vida por alguna razón, el vecino, los amigos, mis hermanos, ......(pon el nombre de cada uno).............cada uno que conozco, los pongo en oración delante de ti y te pido que toques sus corazones y que cada uno de ellos te pueda conocer e incluir en sus vidas y decisiones. Te pido que cada familia vuelva a tener interés y le dé el valor a tu Palabra, para que descubran tu voluntad ahí. Se que eres un Dios bueno y nos amas, y sé que Jesus murió en la cruz por todo el mundo, no solo por mí, por eso te pido que así como llego a mi casa, llegue la salvación a sus casas Todo esto te lo pido en el nombre de Jesus.".
Algo que disfruto mucho es leer la Palabra de Dios, pero cuando empiezo a descubrir historias de personas reales, escondidas en la Palabra de Dios, verdaderamente me apasiona. El otro día estuve disfrutando mucho mientras leía varias historias que se relatan en el segundo libro de crónicas capítulos del 8-12.
En este libro se nos muestra parte de la vida del Rey David. Si! Me refiero al famoso rey David que seguramente llegaste a escuchar alguna vez. El, nos dice la Palabra fue un hombre que tenía un corazón conforme al corazón de Dios. Hechos 13:12 nos dice, "quitado éste, le levantó por Rey a David, de quién dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quién hará todo lo que yo quiero." Imagínate! es la única persona en toda la Biblia de la cual se nos dice que tuvo un corazón conforme al corazón de Dios, no porque el fuera perfecto, ya que un hombre perfecto solamente ha sido nuestro Señor Jesucristo, sino más bien, porque su relación con Dios era tal, que trataba siempre de seguirlo, amarlo, y reconocerlo en todos sus caminos. Y aunque muchas veces, a través de su vida tuvo debilidades, siempre volvía a buscar al Señor para pedirle que examinara su corazón y lo perdonara. Porque su deseo era obedecerlo. El rey David tenía una relación tan hermosa con Dios y tan íntima, que el mismo llegó a escribir muchos de los salmos. El rey David no le ocultaba nada a Dios, parece ser que a él le agradaba que Dios viera su corazón y lo examinara. Como dice el salmo 139:23-24, "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame por el camino eterno". Realmente el rey David deseaba agradar a Dios. Dios mira el corazón del hombre, no tan sólo las apariencias. El mismo, cuando iba a escoger al joven David para ser el rey de su pueblo, le dijo al profeta Samuel: "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7) Dios no se equivocó al haber inspirado al Espíritu Santo para escribir que David era un hombre conforme a su corazón, por lo que la misma Palabra de Dios lo considera un rey bueno. Enseguida, en medio de esa lectura, vemos la vida de su hijo Salomón, el cual fue un rey que buscaba al Señor de manera similar, el siguió el ejemplo de su padre. Seguramente en las historias que escuchaste durante tu infancia llegaste a escuchar también sobre el rey Salomón, el cual fue grande en riquezas y le construyó un enorme y hermoso templo a Dios, en el cual la gente podía venir para adorarlo, leamos 2 Crónicas 8:12-14, “Entonces ofreció Salomón holocaustos a Jehová sobre el altar de Jehová que él había edificado delante del pórtico, para que ofreciesen cada cosa en su día, conforme al mandamiento de Moisés, en los días de reposo, en las nuevas lunas, y en las fiestas solemnes tres veces en el año, esto es, en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Y constituyó los turnos de los sacerdotes en sus oficios, conforme a lo ordenado por David su padre, y los levitas en sus cargos, para que alabasen y ministrasen delante de los sacerdotes, cada cosa en su día; asimismo los porteros por su orden a cada puerta; porque así lo había mandado David, varón de Dios”. Dios lo bendijo grandemente con sabiduría y riquezas, él seguía sus caminos. Su fama era tal! que venían de todo el mundo a conocerlo y a traerle tributos, como nos relata 2 Crónicas 9:1-8 “Oyendo la reina de Sabá la fama de Salomón, vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en abundancia, y piedras preciosas, para probar a Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino a Salomón, habló con él todo lo que en su corazón tenía. Pero Salomón le respondió a todas sus preguntas, y nada hubo que Salomón no le contestase. Y viendo la reina de Sabá la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, y las viandas de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado de sus criados y los vestidos de ellos, sus maestresalas y sus vestidos, y la escalinata por donde subía a la casa de Jehová, se quedó asombrada. Y dijo al rey: Verdad es lo que había oído en mi tierra acerca de tus cosas y de tu sabiduría; pero yo no creía las palabras de ellos, hasta que he venido, y mis ojos han visto; y he aquí que ni aun la mitad de la grandeza de tu sabiduría me había sido dicha; porque tú superas la fama que yo había oído. Bienaventurados tus hombres, y dichosos estos siervos tuyos que están siempre delante de ti, y oyen tu sabiduría. Bendito sea Jehová tu Dios, el cual se ha agradado de ti para ponerte sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; por cuanto tu Dios amó a Israel para afirmarlo perpetuamente, por eso te ha puesto por rey sobre ellos, para que hagas juicio y justicia”. El Rey Salomón, al igual que su padre, el rey David, no fue un hombre perfecto, pero su ejemplo definitivamente fue un impacto para su generación, el actuó con sabiduría y justicia, logró dirigir a todo un pueblo para que siguieran los caminos del único Dios verdadero, de tal modo que ellos deseaban adorar en el templo y seguir a Dios. Sin embargo, aunque tristemente al final de sus días, su corazón se apartó de Dios y lo desobedeció. La misma Biblia lo considera un rey bueno. (Puedes leer su historia en 1 Reyes, capítulo 11). Sin embargo, mientras continuaba leyendo, lo que llama más mi atención y a la vez me da tristeza, es lo que pasa después, cuando continúa el reinado Roboam, hijo de Salomón. Es cuando las cosas cambian completamente para el pueblo de Dios. Roboam, solo durante los primeros tres años de su reinado pone el ejemplo al pueblo de seguir al Señor. ya que él mismo lo hace. Sin embargo, después de pasados los tres años, empieza a hacer lo malo y se aparta de Dios. Como leemos en 2 Crónicas 11:16-17, “Tras aquellos acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres. Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón”. Mientras leía todo esto, me quedé sorprendida. Reflexionando, meditaba y pensaba ¿cómo es posible? su padre fue Salomón, su abuelo fue el rey David, hombres que amaban y seguían al Dios todopoderoso, ¿cómo pudo pasar esto? Roboam, no tan solo se apartó de Dios, sino que tristemente tuvo influencia en todo su pueblo para mal. Como relata 2 Crónicas 12:1 “Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él”. Me impresiona pensar que la influencia que tuvo de su abuelo y su padre la mayor parte de su vida, no fue suficiente para que el deseara seguir los caminos del Señor. Quizás, hasta este punto de su vida, tuvo más influencia el ejemplo de su padre Salomón al haberse apartado de Dios al final de sus días. ¡Que tristeza! Esta parte me hace reflexionar,
Mientras continuaba leyendo, le preguntaba al señor
Fue el mismo Roboam quien no dispuso su corazón para seguir a Dios. ¡Gua! esto me confirma que seguir a Dios definitivamente es una decisión personal. Pudiste haber sido hijo de un pastor, un evangelista, o del padre más devoto que te puedas imaginar, sin embargo, es la decisión personal de cada uno, para disponer el corazón y buscar al señor, la que nos va a llevar a poder enfrentar los retos de cada día, para no desviarnos de sus caminos. -Por otro lado, ¿qué esperanza tenemos para nuestros hijos? Si tenemos una gran esperanza, porque nuestra confianza está en Dios y en el camino que abrió Jesús para que podamos entrar al trono de la gracia e interceder por ellos. Además, podemos ver en la vida de Salomón, que el si decidio seguir gran parte de su vida el ejemplo de su padre David, amando y siguiendo al Señor. Definitivamente, como padres y madres somos un ejemplo a seguir, estamos impactando a nuestra descendencia, aun sin planearlo. Lo interesante es reflexionar,
Te invito que hoy dispongas tu corazón para buscar al Señor, y pedirle ayuda en esta tarea, ser buenos ejemplos y guías de nuestros hijos. Oremos también para declarar sobre nuestras vidas, esta poderosa promesa que yo misma he orado sobre mis hijos. La puedes leer en Jeremías 32:39-42. Oremos, "Padre bueno, ¡Gracias porque nos amas tanto! Señor, hoy te quiero pedir que me des sabiduría para dirigir a mis hijos en tus caminos. Gracias Señor porque tú eres nuestro Dios. has hecho que haya coherencia entre nuestro pensamiento y nuestra conducta, a fin de que siempre te temamos para nuestro bien y para el de nuestros hijos. Gracias porque Nunca dejarás de mostrarnos tu favor y de estar con nosotros. Gracias porque Has puesto tu temor en nuestros corazones y así nunca nos apartaremos de ti. Gracias porque Te regocijas en favorecernos, y con todo tu corazón y alma, nos plantarâs firmemente en esta tierra. Gracias porque tus planes son de bien para nuestras vidas. Ayudame porfavor para no caer en tentación, ni apartarme de ti. Y poder impactar a mis generaciones para bien. Y líbranos de todo mal, porque tuyo es el reino y el poder por siempre, en el nombre de Jesús. Amén". Lectura Para Avanzar:
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AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
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