Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Hace un tiempo Dios me llamó a dar un paso más allá de donde ya estaba, a dejar la zona de confort en cierta área de mi vida, a entregarle más de mi tiempo y esfuerzo, es decir, me llamó a avanzar. Te ha pasado? En parte fue, porque el llamado que Dios dio sobre mí vida se estaba desarrollando y requería mucho más de mi parte (y de mi esposo) ¡El tiene buenos planes para sus hijos! Recuerdo que un preciso día, en el cual me había pedido algo que me parecía muy difícil; me levanté preocupada, y como muchos otros días me aparté para orar en la madrugada. Cuando empecé a orar le dije al Señor, ”Papi amado, hábleme por favor, necesito oír tu voz, siento que es grande la labor que se viene por delante, me pregunto si acaso podré llevarlo a cabo, háblame por favor” empecé a leer su Palabra y en eso dirigió mi mirada hacia el libro de Hebreos 13: 5,( LBA) donde nos dice, "En ningún grado te dejaré indefenso, ni te desampararé, ni te defraudaré ...!" Guau! Dios es maravilloso! sus palabras llegaron a lo profundo de mi alma y me recordaron que no estoy sola, que El está conmigo y El jamás me va a dejar o a defraudar. Lo leí de nuevo y me impresionó como Dios inicia diciendo “en ningún grado te dejaré indefenso”. El me estaba queriendo decir que ni siquiera un poquito me iba a dejar indefensa, me imagino como que Dios Padre está mirándome y ni siquiera por un momento aparta su mirada de mí. Es como si me tuviera rodedada con su Presencia y a cada paso que doy estuviera a mi lado. El recordar esto, trajo de nuevo confianza y paz a mi corazón. Gracias Señor! Querido amigo, quizás te has encontrado en una situación similar, con un reto que muy dentro de ti comprendes que te llevará a avanzar, sin embargo te parece difícil. Sabes, cuando Dios te llama a hacer algo que a tus ojos parece muy grande o quizás imposible, lo más seguro es que el enemigo te va a querer atacar con dudas, incertidumbre o temor, te pondrá pensamientos tales como ”esto es muy difícil, no creo que lo puedas lograr”, ”realmente no tienes a nadie en quien apoyarte”, ”tus capacidades no llegan a tanto”, y finalmente te dirá más fuerte, “¡estás solo!” - Acaso lo has escuchado decir a tu mente algo parecido? Por supuesto que sí, el enemigo es un mentiroso, su naturaleza es mentir, mentir y mentir hasta lograr que creamos sus mentiras. No permitas que esos malos pensamientos se estacionen en tu entendimiento, Más bien recuerda como lo hice yo esa madrugada, que ¡en Dios si puedes confiar! Ante toda duda o preocupación ve a sus pies y platica con Dios. El te ama y desea dirigirte. Pregúntale tus dudas y pídele sabiduría, pero sobretodo pon toda tu confianza en El, dile desde tu corazón lo que dice el Salmista, 73:28 RVR1960 “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;” Dios lo sabe todo. El es digno de confianza, es todopoderoso y jamás te va a dejar, o a defraudar. A veces podemos creer que a El se le olvidó qué tan difícil puede ser lo que nos llamó para hacer, pensamos que Dios no se da cuenta de que nos sentimos incapaces del reto que tenemos por delante, pero no es así, cuando Dios te llama para hacer algo, El te va a habilitar, a guiar y a ayudar en todo lo que tú necesitas.Lo único que él requiere de ti es un corazón dispuesto, como lo decimos siempre en las clases, Dios no busca tu perfección, sino sólo tu disposición. Avanza! Decídete a alejar todo pensamiento que te traiga temor o intranquilidad, y en cambio descansa en El. Avanza! Decídete a confiar en El y a creer en sus promesas, sumérgete en su Palabra, toma la decisión de leerla cada día para que fortalezcas tu hombre interior El va a esperar pacientemente mientras tú te fortaleces leyendo. Así cuando vengan esos pensamientos podrás mantenerte confiando en Dios y le podrás decir sinceramente desde tu corazón, “creo en ti Señor, creo en tus promesas, sé que nunca me dejarás, ni me desamparas” Vamos, oremos juntos, “Padre bueno, hoy vengo a tus pies porque te necesito. Reconozco que me he sentido cansado, agobiado e incapaz de hacer tantas cosas que tengo por hacer. Pero no deseo enfocarme en lo que me afana, sino en lo que realmente es importante, seguirte a ti. Te pido perdón por todos mis pecados y aún por los que no recuerdo. Por favor ven a mi corazón y lléname con tu Santo Espíritu. Me propongo buscarte cada día para escuchar tu voz y que Tú me dirijas. Confío en ti, por eso hoy pongo en ti toda mi confianza para llevar a cabo tu obra. Ayúdame a sentir tu presencia cada día, para no desviarme de tus propósitos, ni alejarme de ti. Te amo, en el nombre de Jesús te lo pido, amén”. Laura G MunozEn mi corazón se agita un bello tema, mientras recito mis versos al Rey. Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
1 Comment
aurea
11/9/2019 11:50:53 pm
gracias Laura!
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AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
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