Como Evitar las Tentaciones

La tentación no es algo ajeno al ser humano, en realidad es algo tan común y antiguo que inició hace miles de años, precisamente en los tiempos de la creación, cuando todo fue creado por Dios. La primer tentación que hubo fue cuando la serpiente habló con Eva y la motivó para desobedecer. (Génesis 3:1-6)
Pero, qué es en si la tentación? La palabra tentación se deriva del latín temptatĭo. La tentación es la instigación que induce el deseo de algo. Puede tratarse de una persona, una cosa, una circunstancia u otro tipo de estímulo. La tentación está asociada a la seducción y la provocación. Se refiere también a cualquier situación que tenga que enfrentar una persona que implique una prueba de su carácter, o a cualquier situación que podría debilitar la comunión de dicha persona con Dios.
La realidad es que la tentación no es ajena a las personas, es un sistema que siempre está en movimiento para hacer caer al ser humano. Algunas veces es una estrategia completamente elaborada por el enemigo, sin embargo, otras veces sencillamente es nuestra naturaleza humana deseando hacer lo que no le conviene. Como está escrito, “Cuando sean tentados, acuérdense de no decir: «Dios me está tentando». Dios nunca es tentado a hacer el mal y jamás tienta a nadie. La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte”. Santiago 1:13-15 (NTV)  
La tentación en muchas ocasiones proviene de nuestros propios deseos,  es algo que comúnmente llega por medio de los cinco sentidos, puede ser tan sutil como el olor de un perfume que te lleva a desear voltear para mirar lo que no tenías que ver. Puede ser que llegue por medio de la mirada, como cuando deseas ponerte a dieta y pasas por la sección del pan dulce y todo se te antoja. Quizás por medio de los oídos, como cuando le habló el diablo a Jesús en el desierto. Le susurro al oído palabras que sonaban “antojables” para hacerlo caer en tentación (Lucas 4:2)
Después de todo, la tentación no es algo ajeno al ser humano, grandes hombres de Dios como Salomón, Sansón y aún el rey David cayeron en sus redes. Sin embargo, cuando hablamos de la tentación que lleva a la infidelidad en la pareja, es algo que se tiene que reflexionar, ¿no te parece? En estos casos,cuidado!!!

La tentación es tan sutil pero a la vez tan peligrosa,
que puede llegar a destruir la relación más sólida y hermosa. ​

Experimentar tentación, es algo que no se tiene que tomar a la ligera, tenemos que tomar las precauciones debidas si realmente deseamos evitar caer en ella y después lamentarnos de las consecuencias. Después de todo, jugar con la tentación es como dice el proverbio, 6:28 (NVI) 

¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies?

La verdad es que quien camina sobre las brasas muy probablemente se quemará los pies, de igual manera pasa con la tentación, pensar que puedes estar cerca de ella y que no te va a pasar nada, es un pensamiento muy riesgoso que puede llevar a tristes consecuencias. Mas no siempre tiene porque ser así, cada uno de nosotros tenemos la libertad y el poder para evitarlo.
Por esto hoy me gustaría compartir contigo tres poderosos y sencillos Tips que la misma Palabra nos aconseja al respecto, 

1. Huye de la tentación. Recuerda que el pecado ya no tiene poder sobre de ti, tu tienes el poder sobre el pecado, de manera que puedes decidir alejarte rápidamente de la situación que se te presente y decir, NO a la tentación Como está escrito,"El pecado ya no es mas tu amo, ya no tiene mas  dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo las exigencias de la ley. En cambio, ustedes viven en la libertad de la gracia”. Romanos 6:14 (NTV) 
2. Llena tu corazón con la Palabra de Dios. Esto será algo que te fortalecerá y te ayudará en el momento de enfrentar la tentación. Porque cuando llegue el momento de estar frente a esta, el Espíritu Santo va a poder usar esa Palabra que ya está en tu corazón, para recordarte y traer a memoria el como evitarlo. Como está escrito, “En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti”  Salmos 119:11(NVI) 
3. Cada día incluye en tus oraciones hablar con Dios sobre esto. Dios te ama y siempre está dispuesto a ayudarte, El te conoce bien y sabe de tus debilidades. No te apenes en abrir tu corazón y pedirle ayuda, inicia cada mañana diciéndole a El,​

Padre bueno,
este día someto mi cuerpo y mis pensamientos
completamente a ti, deseo pensar en lo bueno y hacer lo correcto.
Perdóname todas mis faltas y aun las que no recuerdo, deseo ser diferente.
Señor, tú conoces todas mis debilidades, ​
por favor ayúdame y líbrame hoy de toda tentación.
Gracias por escucharme, te lo pido en el nombre de Jesus, amén

Todas las citas son en versión NVI a menos que se indique lo contrario.

• Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago 4:7
• Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil». Marcos 14:38 (NTV)
• Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. 2 Corintios 10:5
• ¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. Salmos 119:9
• Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados. Hebreos 2:18
• Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; La sabiduría te librará de la mujer ajena, de la extraña de palabras seductoras que, olvidándose de su pacto con Dios, abandona al compañero de su juventud. Ciertamente su casa conduce a la muerte; sus sendas llevan al reino de las sombras. Proverbios 2:1-4, 16-18