Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Esta mañana al levantarme, tuve el impulso de caminar al cuarto de al lado para decir alegremente “buenos días”. Me paré de repente cuando recordé que ya no había nadie en esa recámara que me escuchara. La recámara estaba vacía, y verla así me trajo tristeza. Permíteme explicarme, Hacía apenas un par de días que ese cuarto estaba lleno de visitas. Tuve la gran alegría de recibir familia y amigos de México por casi 2 semanas. La verdad tuvimos un tiempo muy especial. Cada día al levantarme pasaba a saludarlos y a desearles un buenos días antes de iniciar el plan del día. Después planeábamos juntos lo que haríamos mientras compartimos el pan y la mesa. Disfruté cada momento por la alegría de sentir a la familia unida. Fue el compañerismo que sentí al compartir una acción tan sencilla como ir a la tienda juntos para comprar comida, o la diversión de escuchar las diferentes opiniones al escoger la ropa en las tiendas. O al dar una caminata todo el grupo recorriendo pacientemente el museo o el zoológico. Creo que cuando hay verdadera armonía y cariño entre las personas, no importa tanto en qué lugar estén, o la actividad que estén compartiendo; sino más bien, valorar el momento que compartes con tus seres queridos es lo que te brinda verdadera alegría. No te parece? Ciertamente la vida va teniendo sus cambios, y como está escrito, todo tiene su tiempo bajo el sol. Tiempo para llorar y tiempo para reír, tiempo para juntarse y tiempo para despedirse. (Ecl. 3) Y precisamente como todo tiene su tiempo, se llegó el momento de despedir a mis visitas. Ese día recuerdo que fuimos al aeropuerto y nos despedimos con un abrazo muy fuerte y un sentimiento de añoranza en el corazón. Creo que en el fondo, más de alguno de nosotros estábamos pidiendo a Dios que se repitiera y que nos volviéramos a ver algún día. Cuando volví a casa me encontré con una bella sorpresa, una de mis visitas me había dejado escrito una nota. “Me voy muy contenta de haber pasado tiempo con ustedes, pero sobretodo me voy muy feliz porque veo cómo se cumple la Palabra en sus vidas cuando dice," Bueno es habitar los hermanos juntos en armonía (Salmo 133) Es cierto, el Señor está tan presente en nuestras vidas y su amor nos llena de tal manera, que es imposible que no haya armonía, y eso se ve reflejado. Ahora cuando me levanto miro la habitación vacía con añoranza, porque anhelo vivir de nuevo esos momentos. Creo que en la vida, todos tenemos alguna vez un “cuarto vacío”, algunas veces representa a aquellas personas que estuvieron en nuestra vida y por alguna u otra razón ya no lo están y quizás desearíamos echar el tiempo atrás y que regresaran llenando ese vacío. En otras ocasiones son esos momentos que tenemos la esperanza que de alguna manera se repitan o deseamos de corazón que nunca hubieran terminado. Sentimientos que son muy válidos. Sin embargo, el mirar el cuarto vacío también me dejo la enseñanza de que puedes en cualquier momento pasar por ahí, sonreír con el recuerdo y seguir tu camino, es decir, Disfruta lo que si tienes por delante, sin estar añorando lo que ya pasó. Esa es una bendición que no puedes dejar pasar! Abre tus ojos hoy y mira, cada persona que está en tu vida, sea familiar o amigo, pueden traer alegría a tu corazón, si lo sabes ver así. Comprendo que dejar el “cuarto vacío” atrás a veces no es sencillo, porque las cosas pasadas muchas veces no pueden volver a ser como antes, o simplemente son relaciones que no se pueden recuperar. Sin embargo, con la ayuda de Dios se puede tomar la decisión de mirar con alegría y esperanza cada día, sabiendo que cada momento en este mundo es un regalo, que el tener salud, alimento y abrigo es una dádiva de Dios, y que el tener alegría y armonía con la gente que te rodea, es algo que depende en gran parte de ti, ya que puede iniciar brotando de tu corazón. Si hoy tú sientes que no te es sencillo, o quizás estás pensando, "pero Laura, tu no sabes la situación que yo estoy viviendo, es muy difícil para mí sentir alegría o ver el futuro con esperanza en este momento," se que tienes razón, yo no sé lo que tú estás pasando, pero Dios si lo sabe, por eso te pido que oremos a El juntos y El te ayudará. “Gracias Padre bueno porque tú me conoces, tú me formaste desde el vientre de mi madre y sabes todo lo que he pasado. Sabes que situación y personas representan para mí el “cuarto vacío”, hoy pongo delante de ti mis caminos para que tu endereces mis veredas. Te abro mi corazón para que vengas a mi vida, lléname por favor con tu Espíritu y ayúdame a ver de nuevo la vida con alegría, como dijo el salmista devuélveme el gozo de mi salvación. Te amo Señor Jesús, gracias por tu sacrificio en la cruz por mí, te pido esto en el nombre de Jesús. Amén” Laura G MunozEn mi corazón se agita un bello tema, mientras recito mis versos al Rey. Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
2 Comments
Misael Orrostieta
8/31/2019 10:33:28 am
Hola Laura y Jorge,
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Norma Hernandez
9/2/2019 05:48:16 am
Hermoso! Gracias Laura por compartir esto , eres de gran bendición a muchas vidas !
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AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
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