Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
¿Le tienes miedo a la oscuridad? Sabes, hablando sobre el temor, creo que eso es algo que en alguna manera todos hemos experimentado. Tal vez temor a las alturas, a la violencia, o hasta a las arañas. ¿No lo crees así? Cuando era una niña, a veces me despertaba en medio de la noche con mucha sed y solía bajar por agua a la cocina, recuerdo que me daba miedo bajar a oscuras, pero aún así, no prendía la luz para no despertar a nadie. Y cuando iba bajando las escaleras o caminando por el pasillo, me daba miedo pegarme con un mueble, o tropezarme con algo porque casi no veía nada, así que caminaba con cuidado, pero el mayor miedo es que además de tener poca visibilidad, también tenía la sensación de no estar sola, de que alguien o algo me observaba y entonces pensaba: “¡uy, Que miedo!”. Entonces me quería apanicar y salir corriendo, pero algo decía dentro de mí, “vence el miedo”, y es entonces cuando me retaba yo misma a no temer. Y aunque sí sentía nervios de estar a oscuras y no poder ver bien a dónde iba, vencía el miedo y me decía yo solita “nada malo va a pasar, aquí no hay nada que me pueda dañar, solo es miedo, todo va estar bien”. Y continuaba caminando, hasta llegar a la cocina, me servía mi agua y me regresaba a dormir. Esto me pasó muchas veces mientras pasaba de niña a joven y de joven a adulta. Hasta que finalmente lo fui venciendo y un buen día me di cuenta de que ya podía bajar a tomar agua en una noche obscura sin sentir más el miedo. Mi vida continuó y yo pensé que nunca más volvería a tener miedo, pero déjame decirte que no fue así.... Te contaré, Ya de adulta, precisamente hace apenas unos años, me encontré viviendo en una situación tan fuerte en mi vida, donde realmente volví a sentir miedo. Pero esta vez fue algo diferente, era un temor tan grande que me hacia sentir como en una nube. Causado por la incertidumbre de no saber que iba a pasar con mi vida y con mi familia. En ese tiempo llegamos a este país, después de haberlo perdido todo. Perdimos nuestra estabilidad financiera; nuestra casa, que para mí, más que una casa, fue mi hogar por muchos años; perdimos todos nuestros bienes y hasta nuestra manera de sustento. Para mi, era como estar en un viaje sin rumbo, en medio de una tormenta, sin saber si ibas a perecer o no, viendo delante de ti solo la oscuridad. No sé si te ha pasado ... Y estando en medio de ese temor, sintiéndome perdida, sucedió un día, en que buscando del Señor mientras oraba, me llevó a leer y me enseñó algo que me gustaría compartirte. Te invito a leer conmigo, Dice en Marcos 4:35-4: Aquel día, cuando llegó la noche, Jesús les dijo: “Pasemos al otro lado”. Son cuatro sencillas palabras, sin embargo, estas palabras hablaron fuerte a mi corazón. Me pude imaginar a Jesús mismo, en medio de la oscuridad, invitándome a subir en Su barca y diciendo: "Laura, Pasemos al otro lado". En ese preciso día, cuando parece que todo está oscuro y viene el miedo, tal vez porque aparece en tu vida como lo fue en la mía, un cambio importante que te tambalea todo. Cuando llega “la noche” ese lugar o circunstancia en tu vida, donde apenas se puede ver, o de plano no se ve nada, esa hora donde parece que nada te dirige porque no ves la luz en ningún lugar; ahí, ¡exactamente en ese momento! es cuando Jesús te dice, de la misma manera en como habló a mi corazón en ese día: “Pasemos al otro lado, te llevaré a puerto seguro” Entonces continúa la historia: Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Si te fijas bien, cuando te encuentras en esos momentos y circunstancias, podrás ver que no eres el único en una barca que desea avanzar y hacer ese viaje,es decir, cruzar, navegar en medio de esas difíciles circunstancias, No eres el único que pretende llegar a un lugar más seguro, y sin embargo hay una gran diferencia entre ellos y tu barca...... Y continúa la historia: Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Cuando la tempestad se levanta, a veces las olas suelen ser tan altas y estruendosas que no te permiten ver el puerto seguro...es comprensible, las olas pueden ser taaaaan grandes que tapan nuestra visión más allá de toda percepción y es cuando sentimos más temor, cuando nos sentimos perdidos .... Sin embargo, como lo mencionaba antes, aunque si hay una diferencia en nuestra barca, en esos momentos parecemos no verlo. Y continúa la historia: Y Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: -Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Sabes, la gran diferencia que existe en tu barca, y las de afuera; en ese viaje que estás emprendiendo, ¡es que Jesús Siiiiiii esta contigo! Y que además, Él, por cierto no ha perdido piso, ¡Él esta en la Popa!, y la Popa, es precisamente la parte donde está el timón, el cuál dirige al barco. Es cierto, las circunstancias te pueden llevar a pensar, temer y finalmente decir como los discípulos: “Maestro ¿No tienes cuidado que perecemos?” Mas sin embargo, aunque él parezca estar descansando o dormido....... Veamos lo que nos muestra la historia: Y levantándose, Jesús reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Calla, enmudece!. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. La verdad, es que ¡El sigue siendo Dios!, nuestro Amado Padre, Nuestro hermano Jesús, Poderoso Dios, creador del cielo y de la tierra, Él esta arriba de cualquier circunstancia. Dios creador, que te formó, y tiene cuidado de ti. Dios que reprende el mar y cualquier ola por muy grande que parezca. Y continúa la historia: Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Y ahora nos dice a ti y a mí: ¿Porque estáis así amedrentados? ¿Como no tenéis fe? Conociéndome como me conoces ¿Cómo no crees que Yo sí te puedo llevar a “Puerto Seguro”? Querido compañero de viaje, Puede ser que hoy estás empezando un nuevo viaje en tu vida, un cambio que te tiene como en medio de una nube. Y tal vez, al igual que los discípulos, aunque ya habían tenido tiempo de convivencia diaria con El Señor y viajes anteriores donde le habían conocido. De hecho, habían caminado diferentes circunstancias junto a Él, y sin embargo, cuando llegó esta tormenta tan grande, tuvieron temor. ¿Sabes por qué? porque ellos sabían que no podrían hacer nada en lo humano. Podían ver, que no podían hacer nada con sus fuerzas, para parar esta tempestad tan grande. Sabes, aveces así pasa en nuestra vida. Cuando en medio del viaje se levanta la tormenta, y vienen frente a nosotros las circunstancias que sobrepasan nuestras fuerzas, pareciera que nada podríamos hacer en fuerzas humanas como para cambiar la tempestad. ¡Y realmente no podemos!, porque al igual que los discípulos no sabían cuánto iba a durar esta tempestad, tampoco nosotros sabemos cuánto van a durar estas circunstancias difíciles o este nuevo viaje. ¡Lo que si se! es que el Señor, nos dice: "Hijo, hija, aunque veas las circunstancias difíciles, aunque veas ir y venir cosas materiales, aunque pases por fuertes tormentas y todo parezca oscuro, CONFÍA EN MÍ, YO HE VENCIDO AL MUNDO, TEN FE, PORQUE YO SOY QUIEN TE LLEVARÉ A PUERTO SEGURO". Así es Amados, al emprender un cambio brusco en nuestra vida, es como emprender un nuevo viaje. Es cuando podemos recordar y saber que El nos llevara a puerto seguro, solamente ¡súbete a su barca! es decir, de todo corazón, confía En Él, y ten paz. Lo que tenga que pasar, que pase, recuerda que TOOOdo obra para bien de los que amamos al Señor. Aquellos que fuimos llamados conforme a su propósito. A veces no entendemos, por que tenemos que pasar por esa tormenta, en esa noche oscura de la vida. Pero conforme va pasando, vamos entendiendo que tenia un propósito mucho más grande que nuestros pensamientos, más grande que una casa o un negocio, o un trabajo, ....es algo superior: continuar con el Plan divino para nuestras vidas. Recordemos que en este viaje El nunca nos dejará, y siempre nos sostendrá, y nos proveerá, ¡no vamos solos! Toda tormenta, por muy fuerte que parezca, es pasajera. Por cierto habrá de terminar y después de terminar, viene la paz y calma absoluta de un atardecer en la barca junto a Él. Si hoy sientes que te encuentras ahí, en medio de una tormenta, sintiéndote inseguro, tal vez sin las fuerzas, con temor, tal vez enfrentando un cambio fuerte en tu vida, NO estás solo, Dios lo sabe todo, te invito a orar a Él y pedirle ayuda para poder llegar a “Puerto Seguro”. Oración: "Padre bueno, tú que todo lo sabes, puedes ver lo que estoy viviendo ahora, para mí es una gran tormenta, porque realmente no se como continuar y parece que no puedo hacer nada con mis fuerzas para cambiarlo. ¡Ayúdame por favor, te necesito! Necesito que vengas a mi vida como un Dios real, vivo y todopoderoso. Te agradezco que mandaras a Jesús a morir en la cruz en mi lugar para pagar por mis pecados, perdóname por cada uno de ellos, en verdad te necesito, ven a mi corazón y lléname con tu Santo Espíritu. Llévame de tu mano, en este viaje tan obscuro que estoy experimentando; para experimentar tu voluntad en mi vida, para llegar a “Puerto seguro” y ver que mi vida es dirigida por ti. Dame de tu paz por favor, y dame luz en los pasos que tendré que tomar. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amen." Lectura para Avanzar:
Déjanos tu petición de oración. Para leer mas sobre esta historia que te platico, dale click Sabes, tu oración puede cambiar la vida de una generación. Todos y cada uno de nosotros fuimos llamados por Dios para orar unos por otros, únete.
Oremos unos por otros, siempre. Este mes seguiremos en acuerdo orando por El Presidente actual de NUESTRO PAÍS, así como cada persona en autoridad. Padre bueno, me uno a esta oración por el actual Presidente de MI PAÍS, así como por las personas que están en autoridad en el gobierno. Cada uno de ellos los pongo en oración delante de ti para pedirte que abras sus ojos y su entendimiento para conocerte mas, que les des un corazón que aprenda a deleitarse en tu Palabra, que tu Santo Espíritu les enseñe tu voluntad y les de Sabiduría de lo alto para gobernar con justicia y verdad. Se que eres un Dios bueno y nos amas, y sé que tu voluntad es que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Por eso te pido que abras sus ojos para verte, sus oídos para escucharte y lleguen a conocer la verdad, de que por medio de Jesús tenemos salvación. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amen. Y Sigamos en ayuno y oración cada lunes, recuerda que el ayuno que a Dios le agrada es un corazón dispuesto a escucharlo y a dejar de momento cualquier cosa que te distraiga de tener una relación con el, tú amado. "PADRE, TU PALABRA ES VERDAD Y EN TI CONFIAMOS" Todas las citas son en (NVI) a menos que se indique lo contrario,
Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
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AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
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