Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
¡Hola! querida familia y amigos. Cuando me hablan de cambios, creo que es bueno pensar en cambios para mejorar, ¿no lo crees tú? Después de todo, todos somos seres cambiantes, crecemos, maduramos, cambiamos. El ser humano, tiene en sí la capacidad de cambiar. Pensemos un ejemplo... -Que si estoy pasadito de peso, porque como mucho, a lo mejor y voy cambiando mi manera de comer. -Que si no me gusta mi cabello, porque ya ni se me acomoda bien, a lo mejor voy a hacerme un corte nuevo. -Que si no me gusta mi nariz, tal vez me lo propongo y hasta ahorro para una buena cirugía. En fin, en esta vida hay cosas relativamente fáciles de cambiar, . Pero, ¿qué pasa cuando se trata de cambios, porque la relación con mi pareja anda mal? Eso ya no suena tan fácil. ¿Cierto? ¿Cómo podemos hacer cambios favorables y duraderos en nuestra relación? Veamos un hermoso ejemplo. En la Palabra de Dios. En Juan 4:1-43. Se nos relata una historia muy interesante. Trata sobre una mujer que fue a sacar agua del pozo, en la ciudad de Sicar. La llamada “mujer samaritana”. Hasta donde se sabe, ella no había podido tener una sola relación duradera; de un total de cinco maridos que había tenido, no se nos dice cuánto tiempo duro en cada relación, sin embargo, con ninguno había logrado permanecer feliz o estable. De algún modo, la historia nos sugiere que ella lo seguía intentando, ya que, en su búsqueda por encontrar una pareja a quien amar y por quién sentirse amada; en su intento de lograrlo, en ese tiempo vivía con otro hombre más. Sin embargo, en esta nueva relación, al igual que las anteriores; ella tampoco sabía, cuánto iba a durar estable o si llegaría a sentirse feliz, amada, y plena. Toda parecía indicar que ella tenía un problema, ¡necesitaba un cambio! Te puedes imaginar cómo se sentía después de 5 relaciones anteriores. Me la puedo imaginar pensando, "¿por qué he tenido tantos tropiezos, en qué he fallado? Siento que no se como llevar una buena relación. ¿Será algo que he hecho mal? O ¿serán ellos? Toda mi vida parecen sólo fracasos". Podemos suponer que hasta ahora, su corazón estaba dolido y tal vez hasta desconfiado, preguntándose si algún día, alguna nueva relación iria "funcionar". Era comprensible que se sintiera así. Su manera de relacionarse con su pareja, en cada uno de los casos; la había llevado a diferentes problemas y finalmente a la separación. Algo había en ella, que necesitaba cambios verdaderos; "cambios en su interior". De este modo había transcurrido su vida hasta ese día. Sin embargo, algo diferente iba a ocurrir ese preciso día, que la cambiaría para siempre. La historia de ella, nos dice que cuando fue al pozo tuvo contacto con un hombre llamado Jesús. No fue un encuentro “normal” como con cualquiera de los hombres anteriores que había conocido. Este hombre (Jesus) fue muy especial. Lo que Él habló con ella, tocó verdaderamente su interior, de tal modo que la hizo pensar y ver la vida diferente. En ese momento se dio cuenta de que Jesús realmente la conocía como nadie más. El sabía lo que ella necesitaba, y se lo dio. "Tener de nuevo una esperanza". Algo que había perdido hace mucho. Cuando se encontró con Jesus, conoció simplemente a un hombre, sin saber o imaginar que estaba viendo cara a cara al Dios todopoderoso. Sin embargo, lo que sí pudo ver, fue un ser humano lleno de comprensión y de amor. Su sola presencia y sus palabras tocaron tanto su corazón, y la transformaron de tal manera; que su vida nunca volvió a ser igual. "Ella fue cambiada desde su interior." Fue precisamente después de ese "encuentro con Jesus" que recibió un "cambio" real y permanente. De tal modo, que lo que deseaba hacer, era ir a contárselo a otros. Porque era tanta su alegría y la paz que ahora tenía, que quería compartirlo con alguien más. La historia continúa, y la podrás leer en casa o mas adelante en la sección de "Lectura". Pero, reflexionando sobre esto. ¿No es maravilloso que con un sólo encuentro con Jesús su vida haya "cambiado" de tal manera? Querido amigo, tal vez tú, al igual que la mujer samaritana; te has sentido así. Sabiendo que cosas en tu vida necesitan ser cambiadas; con situaciones tan difíciles, que te hacen pensar que estás “atorado” en una relación que no tiene vuelta atrás. Con problemas, pleitos y tal vez más. Donde parece que no hay salida o solución. Donde sientes que no estás siendo realmente feliz. Sabes, yo me identifico con tu situación, alguna vez me sentí así, desesperada en medio de una relación totalmente "rota". Y te puedo decir que no es necesario pensar en el divorcio. ¡No es cierto! que con sólo buscar una "nueva" relación, todo estará mejor. La mujer samaritana llevaba 5 maridos anteriores, más sin embargo, eso no la había hecho feliz. Lo cierto es, que cuando se tienen problemas con tu pareja, ¡sí se pueden resolver! A veces no parece ni será sencillo. Porque se necesitan cambios duraderos. Veras, cuando yo estuve así, en una relación "rota", también pensé en el divorcio, es cierto. Pero antes de tomar esa decisión, decidí buscar otra solución, y eso me llevó a conocer al que podía transformar mi interior y mejorar mi matrimonio a tal grado que lo hizo como nuevo. (En fin, todo esto pasó hace mucho tiempo; toda la historia la puedes leer en mi libro, 3 Importantes Tips, para un Matrimonio Feliz "). Pero volviendo al hoy, ¡necesitamos un cambio! Tal vez tú, al igual que la mujer samaritana, necesitas conocer al único que puede transformar vidas. Al que realmente te conoce y sabe bien lo que necesita ser cambiado. Al que conoce cada uno de tus problemas. A Jesús. El puede tocar hoy de tal manera tu vida, que nunca más volverá a ser igual. El te dará una verdadera esperanza de que las cosas cambiaran, porque Él si es todopoderoso para cambiar vidas, corazones y situaciones. En esta vida todo pasará, pero el amor de Dios, que todo lo puede, nunca pasará. Vamos, DALE HOY UNA OPORTUNIDAD A DIOS, Él te ama más que nadie, y desea mostrarte que con su poder y amor las cosas "rotas" pueden hacerse nuevas. Nada pierdes, sin embargo si puedes ganar mucho; si hoy decides confiar en El y le abres tu corazón. Te invito a orar conmigo para pedirle que nos ayude. “Señor, hoy vengo a ti porque realmente me doy cuenta de que necesitamos un cambio. Tu me conoces bien y sabes todo lo que he estado pasando. Quiero abrirte mi corazón; no me quiero conformar. Estoy dispuesto para vivir algo más. En verdad deseo un cambio en mi vida, mi relación está como "rota". Por favor Señor, ven a mí corazón, lléname con tu presencia y tu amor. Ayúdame, cambia en mí lo que necesite ser cambiado, quiero sentir de nuevo amor por mi pareja. No quiero darme por vencido, dame sabiduría para continuar en esta relación de una manera diferente. Por favor, enséñame cómo hacerlo. Háblame cuando lea tu Palabra y hazme entender tus caminos. Te entrego mi vida. Todo te lo pido en el nombre de Jesús. Gracias por amarme tanto. “ Lectura: Jesús y la samaritanaJesús se enteró de que los fariseos sabían que él estaba haciendo y bautizando más discípulos que Juan (aunque en realidad no era Jesús quien bautizaba, sino sus discípulos). Por eso se fue de Judea y volvió otra vez a Galilea. Como tenía que pasar por Samaria, llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía. Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo: ―Dame un poco de agua. Pero, como los judíos no usan nada en común con los samaritanos, la mujer le respondió: ―¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana? ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida. ―Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida? ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado? ―Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. ―Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla. ―Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá —le dijo Jesús. ―No tengo esposo —respondió la mujer. ―Bien has dicho que no tienes esposo. Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad. ―Señor, me doy cuenta de que tú eres profeta. Nuestros antepasados adoraron en este monte, pero ustedes los judíos dicen que el lugar donde debemos adorar está en Jerusalén. ―Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos. Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad,porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. ―Sé que viene el Mesías, al que llaman el Cristo —respondió la mujer—. Cuando él venga nos explicará todas las cosas. ―Ese soy yo, el que habla contigo —le dijo Jesús. Los discípulos vuelven a reunirse con JesúsEn esto llegaron sus discípulos y se sorprendieron de verlo hablando con una mujer, aunque ninguno le preguntó: «¿Qué pretendes?» o «¿De qué hablas con ella?» La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: ―Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo? Salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús. Mientras tanto, sus discípulos le insistían: ―Rabí, come algo. ―Yo tengo un alimento que ustedes no conocen —replicó él. «¿Le habrán traído algo de comer?», comentaban entre sí los discípulos. ―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—. ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. Porque como dice el refrán: “Uno es el que siembra y otro el que cosecha”. Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo. Orar unos por otros
Vamos a unirnos y levantar nuestra oración como Su iglesia, como sus hijos, como su ejército: Padre bueno, me uno a esta oración por el actual Presidente de MI PAIS, así como por las personas que están en autoridad en el gobierno. Cada uno de ellos los pongo en oración delante de ti para pedirte que abras sus ojos y su entendimiento para conocerte mas, que les des un corazón que aprenda a deleitarse en tu Palabra, que tu Santo Espíritu les enseñe tu voluntad y les de Sabiduría de lo alto para gobernar con justicia y verdad. Se que eres un Dios bueno y nos amas, y sé que tu voluntad es que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Por eso te pido que abras sus ojos para verte, sus oídos para escucharte y lleguen a conocer la verdad, de que por medio de Jesús tenemos salvación. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amen. "PADRE, TU PALABRA ES VERDAD Y EN TI CONFIAMOS" Todas las citas son en (NVI) a menos que se indique lo contrario,
Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|