Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
El otro día tuve la alegría de salir al parque con mi nieto. Mientras lo veía caminar pensaba, “que tranquilo camina, se ve que va disfrutando el camino”. El iba dando un paso a la vez, caminando sin ninguna prisa tan solo disfrutando el paisaje decidido a continuar. Su manera de caminar me decía más que mil palabras, iba tranquilo, porque sabía que yo lo estaba observando y cuidando de él. A pesar de que había muchos niños alrededor, unos mayores que él y otros menores, eso no lograba distraerlo, Él podía disfrutar del camino, porque tenía su confianza puesta en mí, su abuelita que lo ama y sabe cómo cuidarlo . El sabe que yo no lo voy a abandonar, que lo voy a ayudar y a dirigir hasta llegar a su siguiente parada, un juego que sería un reto pero a la vez le daría alegría, la más grande resbaladilla. El realmente va caminando confiado, porque sabe que todo está bien conmigo a su lado. Mientras lo miraba caminar pensé en algo sencillo pero que me hizo reflexionar. Creo que todos en la vida vamos caminando un camino personal y Dios es quien nos está observando y cuidando de nosotros. Aunque haya distracciones o problemas en el camino, por mucho que hagamos, nadie puede evitar caminar su propio camino. Mientras vamos caminando, tenemos la opción de hacerlo a un ritmo diferente, sin disfrutar realmente y preocupados más por los posibles obstáculos, o de manera similar a un niño, podemos caminar disfrutando y poniendo nuestra confianza en Dios, quien nos ayudará a cumplir nuestro destino. Sin embargo, como adultos iniciamos muy decididos nuestro camino, pero a diferencia de mi nieto, a veces nuestro paso disminuye porque "las voces en el parque" nos distraen y nos hacen dudar, y entonces nos ponemos a pensar, “estaré en el camino correcto? Hay en mi vida algún propósito más alto? Estoy haciendo las cosas bien como para que alguna vez Dios me quiera usar?" Y está bien que como adultos alguna vez nos hagamos este tipo de preguntas, no te parece? Siempre y cuando la respuesta la encontremos poniendo nuestra confianza en Dios. Por qué muchas veces, “las voces en el parque” nos van a querer desanimar o distraer para sacarnos del camino y robarnos la confianza en Dios. No sé si te ha pasado como a mí, que estás confiando en Dios, caminando tu propio camino, contento porque ves que estás avanzando y esas voces te desaniman o te quieren frenar. Pero sabes, a pesar de lo que la gente pueda decir, nuestra vida es un camino muy personal, un proceso en el cual Dios está trabajando individualmente; lo único que Dios requiere de nosotros es que permanezcamos pegados a El, estudiando su Palabra, conociéndolo más, hablando con El y hablando sobre El cuando se te presente la oportunidad. y entonces, al final de los años voltearemos atrás y veremos cómo el caminar confiados en Dios durante todo el proceso ha dado su fruto. Como me gusta recordar, Dios no busca mi perfección, sino sólo mi disposición Querido amigo, no se porque reto estés pasando el día de hoy, pero te quiero animar a que perseveres. Dios tiene cuidado de ti. (Mateo 6:26-33) Persevera! Vale la pena perseverar confiando en Dios. El puso algo grande en ti que es necesario para alguien más, eres único y necesario. Te animo querido amigo, que estés donde estés, no mires lo poco o lo mucho que haces, no te veas como pequeño o grande, sino simplemente sigue caminando, no engrandezcas tus errores o tus logros, no te desanimes, camina tu propio camino, porque Dios tiene un plan perfecto para ti, y el té está mirando, son planes de bien y no de mal para alcanzar el fin que esperas, (Jeremías 29:11) Tu vida es un proceso en las manos de Dios y El está trabajando Te amamos y estamos orando por ti. Si quizás no te has atrevido a dar el paso para decir: “Heme aquí Señor, te quiero servir”, te comprendo muy bien, yo he estado ahí, a veces el temor o la inseguridad, no te permite ver que Dios desea usarte, El quiere guiar tu camino y que le sirvas. Vamos oremos juntos para que El nos ayude a dar el paso, “Padre bueno, te doy gracias por este día, te abro mi corazón y sinceramente te digo, Heme aquí Señor, deseo servirte. Tú conoces cada una de mis debilidades, inseguridades y temores, te pido que las uses para tu gloria, como dijo el apóstol Pablo, tu poder se perfecciona en mis debilidades. Gracias Señor por perdonar todos mis pecados en la cruz y darme una nueva vida, úsame para hacer tu voluntad. Te adoro Señor. Gracias por que siempre me escuchas. Todo te lo pido en el nombre de Jesús. Amén” Laura G MunozEn mi corazón se agita un bello tema, mientras recito mis versos al Rey Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|