Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Quítate La Piedra del Zapato Es cierto, cuando compramos unos zapatos que nos quedan pequeños o nos aprietan, se convierte en algo molesto. Precisamente el otro día salí de compras con la idea de buscar unos zapatos para una cena especial. Después de caminar un rato y buscar, por fin me decidí y compré unas zapatillas que me gustaron mucho. Cuando me los medí ¡me encantaron!, eran perfectos para lo que había pensado. Sin embargo, estaba tan emocionada porque al fin había encontrado algo que realmente me gustaba, que no note que no eran de mi talla exacta. A decir verdad me quedaron un poco apretados, pero me gustaban tanto que yo misma me dije, los voy a llevar y seguramente con el paso del tiempo se harán más grandes, Unas semanas antes de tener que usarlos para la dichosa cena, me los que empecé a poner y a usar con la intención de agrandarlos. Yo notaba que si me lastimaban, sin embargo, seguía pensando que algún día darían de si y ya no me lastimarían más. Así pasaron varias semanas, pero todo continuó de la misma manera. A decir verdad, aunque me gustaban mucho mis nuevos zapatos, no estaba disfrutando caminar con ellos. Realmente era como traer una piedrita en el zapato, aunque quería aparentar que no estaba ahí, la verdad es que era muy incomodo caminar de esa manera. Cuando me los ponía para según yo amoldarlos, curiosamente al inicio del día no se sentía tanto la incomodidad, pero conforme pasaban las horas, seguía sintiendo como si trajera una piedrita en el zapato. Era una pequeña, más sin embargo ¡una insistente molestia todo el tiempo! Después de pensarlo mucho, decidí que no era la manera en que quería andar caminando en esa reunión, incómoda. Así que por fin un día me decidí y los regale pensando que a alguien más si le harían bien. Meditando sobre esto vino a mi corazón una enseñanza. Pienso que a veces hay cosas en la vida, que parecen no ser muy importantes, parecen insignificantes en cierta manera, sin embargo, son cosas que en algún momento nos han hecho sentir incómodos o cargados. Son como esas pequeñas cosas que inconscientemente nos preocupan o quizás traen desasosiego a nuestro corazón, sin embargo las traemos “puestas” pensando que de alguna manera se van a ir o a aligerar solas. Me refiero a esas preocupaciones que a veces ocupan nuestros pensamientos, como el bienestar de ese hijo que no está a tu lado, o la última discusión con tu pareja en la que sabes que algo no quedo bien, o el pensar que no se te valora en tu trabajo; en fin. Es ese pensamiento y sensación que se va convirtiendo en algo que nos va robando la paz, en una intranquilidad que no queremos dejar porque inconscientemente si hay parte de ella que nos gusta ya que pensamos que tenemos que ocuparnos de eso, más sin embargo a la vez nos incomoda. Pensando en esto, en una reunión de amigas que tuve les compartí lo que sentía. Cuando empezamos a platicar sobre eso, nos dimos cuenta que cada uno de nosotros tenía unos zapatos que le causaban molestias, porque cada quien algunas veces sentía como si trajera esa piedrita en el zapato. Sin embargo, en casi todas las situaciones ya era tan usual usarlos de esa manera, que casi era una costumbre sentirlo. Te ha pasado? Que algún que otro día, en algún momento te encuentras sintiéndote con esa pequeña intranquilidad? Parece no ser realmente una preocupación, más sin embargo la sigues trayendo. Esa pequeñita molestia. Creo que a todos nos ha pasado. Ese día, después de platicar nos pusimos a hacer un ejercicio. Este ejercicio se trataba de que en silencio, cada quien nos pusiéramos a mirar nuestro corazón para recordar y descubrir cuáles eran esos zapatos que nos estaban calando mínima pero constantemente. Recuerdo que todas en silencio, tomamos un papel y empezamos a meditar en ello y a escribir. Mientras yo escribía sobre mis “zapatos”, fue sorprendente para mí descubrir que no era tan solo “un par de zapatos” lo que me estaba incomodando, en realidad, empecé a abrir mi corazón y orando le pedí al Señor que me ayudara, que me recordara. Quería descubrir ante mí esas pequeñas cosas que inconscientemente yo las había estado soportando, de alguna manera las había dejado estar ahí aun sintiendo la molestia. Quería saber realmente que tanto traía mí alma, puesto que solamente El me conoce bien. Mientras escribía, más me sorprendía como salían de mi corazón pensamientos y preocupaciones que habían estado ahí sin apenas darme cuenta, eran situaciones que yo pensaba no me estaban preocupando en ninguna manera, pero en la realidad no era así. En verdad eran como esa piedrita en el zapato, ya que era algo con lo que podía vivir y caminar a diario, sin embargo seguía trayendo malestar a mí corazón. Mientras escribía , venía y venía a mi corazón esta Palabra: Mateo 6:25-34 (DHH). Y entonces la leí despacio, saboreando cada palabra. Dios cuida de sus hijos »Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? »¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente de poca fe! Así que no se preocupen, preguntándose: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Con qué vamos a vestirnos?” Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas. Cada día trae su propio afán. Al terminar de leer, me quede reflexionando, ¡cuanto Dios nos ama!, Como un buen Padre, El no desea que nuestro corazón cargue con ninguna preocupación, constantemente nos dice: No se preocupen, No se preocupen, No se preocupen, No se preocupen,..... YO TENGO CUIDADO DE USTEDES. YO soy el Dios poderoso que puedo ayudarte en todo, pequeño a grande, no hay nada imposible o difícil para mi. El escribirlo y orar a El, quito toda piedrita de mis zapatos. y descanse. Su paz me inundo de nuevo. ¡Gloria a Dios! Hoy te quiero invitar a que hagas este ejercicio a solas. Tan solo empieza a escribir, medita en tu vida, piensa en esas situaciones que ahora mismo te traen desasosiego. Reflexiona en ello por un momento y tan solo empieza a escribir -qué es lo que a ti te preocupa? Tal vez es algo que tiene que ver con la salud de alguien que es importante para ti. Tal vez es la vida que tus hijos tienen por delante y las decisiones que están tomando. Quizás es tu esposo, esa última conversación donde sabes que no todo quedo bien entre ustedes? Eso solo tu y Dios lo saben. Cuando termine de escribir, ore a Dios y le agradecí porque El tiene cuidado de nosotros. El verdaderamente te ama y piensa en ti, tu eres su hijo amado y te está mirando esperando ayudarte y apoyarte en todo. Eso que ha venido a tu corazón, entregaselo a Dios, ¡ Sácate la piedrita del zapato! No la dejes un día más, porque él tiene cuidado de nosotros. Te invito a abrir tu corazón a tu Padre, escríbelo, entregaselo a el. Y oremos juntos, "Padre bueno, gracias por amarme tanto. Reflexionando sobre esto, me doy cuenta que en verdad si he traído esa piedrita en el zapato, y a decir verdad son varias situaciones las que me han estado intranquilizando. Mira Padre, es esto.....(dile con tus palabras todo, ahora mismo El te está rodeando con su presencia y te está escuchando...). Perdóname el ser tan preocupon, deseo aprender a confiar más en ti. Por favor ayúdame, ven a mi corazón, se el Señor de mí vida. Diríge mi camino y enséñame a conocerte cada día más cuando lea tu Palabra. Gracias Padre bueno por amarme y escucharme. Te amo y todo te lo pido en el nombre de Jesús. Amen." Lectura Para Avanzar: Todas las citas son en NVI a menos que se indique lo contrario
Oración en unidad:
Recordemos seguir orando unos por otros, y ayunando los lunes, como la primicia de nuestra semana, por nuestros hijos, familia, hermanos, etc. Unámonos en oración durante este mes para pedir a Dios, que de sabiduría a toda persona en autoridad en nuestro país, para que gobiernen con justicia, y paz. (Principalmente al Presidente, los gobernadores, diputados, senadores, etc. "Padre bueno, me uno a todo el que está haciendo esta oración a ti. Padre, te pedimos que des sabiduría de lo alto a cada persona que se encuentra en cargos de autoridad en mi querido país: ______. Padre, clamo a ti pidiéndote que tu Santo Espíritu les hable a su corazón, que les de convicción de justicia , pecado y juicio; que les revele tu voluntad para nuestro país y los dirija por el camino del bien y de la paz. También te pido, que abras sus ojos para que te conozcan, y sus oídos para que te escuchen y te puedan seguir como las ovejas escuchan y siguen a su Pastor. Todo te lo pido en el nombre de Jesús. Amén." "PADRE, TU PALABRA ES VERDAD Y EN TI CONFIAMOS". Todas las citas son en (LBLA), a menos que se indique lo contrario.
Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|