Ven a refrescar tu matrimonio en el amor de Dios!
Hola querida familia y amigos. Esta semana, algo estuvo constante en mi corazón, una pregunta muy relevante a estos tiempos que estamos viviendo. ¿Has escuchado algo sobre “rumores de guerra”? Con tantos acontecimientos ocurriendo por el mundo. Parece como que se escucha algo al respecto, ¿lo has notado? Sin embargo, que nos dice Jesús sobre esto. Aprendamos juntos... Marcos 13:1,7. Cuando salía Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Cuando sepan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Es cierto, Jesús mismo nos avisa que habrá “rumores de guerra”, pero que todavía no será el fin. Y aunque a nuestros ojos naturales, el simple hecho de escuchar la palabra “guerra” puede ser alarmante. Él nos da una clara instrucción enseguida. “No se alarmen”, es decir, como diría el chapulín colorado: que no cunda el pánico. Pero, ¿por qué Jesús nos diría esto, ante tan “alarmante” situación? Veamos las palabras que Jesús les dice a sus discípulos, en Juan, cuando estaba despidiéndose de ellos. Ese día, era cuando les estaba hablando sobre su partida. Dice en Juan 16:33. En ese momento terminó diciéndoles. Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. Cuando leo estas palabras, creo que el Señor nos estaba queriendo decir algo así: “Amados, que el tener retos o aún el escuchar sobre “rumores de guerra,” no se convierta en algo que te robe tu paz, que ocupe todos tus pensamientos, o que te quite tu enfoque en mí. Por el contrario, ¡anímense!, porque Yo sigo siendo el Rey soberano”. Miremos más adelante, en 1 Juan 5:4-5, que se nos dice: Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Estas dos citas están relacionando, el vencer al mundo, o lo que también podríamos llamar, las circunstancias contrarias a la voluntad de Dios. En este caso, los “rumores de guerra”. Y nos termina diciendo que la manera de vencerlas es teniendo fe en Jesus, el hijo de Dios. Es como si nos dijera: “Tened paz, yo he vencido al mundo, y lo que vence al mundo, es vuestra fe en mí”. Jesús no murió en vano, además de la salvación de nuestras almas; el nos dio algo muy importante. Entre muchas cosas más, nos dio la paz que sobrepasa todo entendimiento. Si, esa paz que en medio de cualquier rumor o circunstancia, aún continúa en nuestro corazón. Y esa paz, queridos hermanos, no tenemos que dejar que nos la robe nada. Su paz es una bendición para nuestras vidas, porque es en su paz donde él nos está guiando; es en su paz, donde podemos escucharlo claramente como ovejas al pastor, es en su Paz donde crece nuestra fe. La verdad es, de que a pesar de cómo se pueda ver nuestro país y el mundo en general. ¡Dios sigue siendo dueño de toda la tierra! Y es nuestro Padre. Como Jesús nos enseña; el escuchar sobre “rumores de guerra” no es para alarmarnos, mucho menos para quitarnos la Paz. ¿cierto? Sin embargo, ¿que podemos hacer al respecto? tenemos que tomar ventaja de que Dios es nuestro Padre y nos escucha. Recordando que cuando le pedimos de corazón, ciertamente El puede cambiar las circunstancias. ¡El mismo nos anima a hacerlo! Dice en la Palabra que oremos por la ciudad donde vivimos y al hacerlo, entonces habrá paz. Esto nos habla de que en Él, ¡sí tenemos esperanza de ver cambios reales! ¿Acaso no es eso lo que deseamos? ¿Habitar en un país donde nuestra familia pueda vivir en paz? ¿Donde nuestros hijos puedan salir a la calle seguros? ¿Donde podamos prosperar? Entonces, ¿qué esperamos? Vamos a levantarnos como su pueblo a clamar a El. Pongamos nuestra mirada en El. Sigamos el ejemplo de Ester. (Puedes leer su historia completa en el libro de Ester). Permíteme platicarte un poco sobre eso. La vida de la reina Ester, es una historia asombrosa. Ella fue una mujer valiente, que se atrevió a creerle a Dios. La historia dice que Mardoqueo se encontró con Hatac, un enviado de Ester. Y a través de el, Mardoqueo le informó a Ester de todo un complot que había para matar a su pueblo. Leamos una parte, donde Mardoqueo se encuentra con Hatac, mensajero de Ester, y habla con el. Dice la Palabra en Ester 4:8, “También le dio una copia del texto del edicto promulgado en Susa, el cual ordenaba el exterminio, para que se lo mostrara a Ester, se lo explicara, y le ordenara que se presentara ante el rey para implorar clemencia e interceder en favor de su pueblo.” Cuando Ester supo que se quería hacer un exterminio de su pueblo; ella ayunó e intercedió ¡por toda su gente! para evitar que los mataran injustamente. Y por supuesto Dios respondió a su oración a través del rey. Miles de familias fueron salvadas y hubo paz en sus hogares por la intervención de Ester. ¡Que Dios tan bueno y poderoso tenemos! Como dice el título de este blog, “tu oración puede cambiar la vida de una generación”. Y la verdad es que, aunque en la actualidad seguimos escuchando sobre guerras y rumores de guerra. Dios sigue siendo el Dios del universo y Dios de este mundo. El es soberano y seguimos habitando bajo su abrigo, todos los que a Él nos acogemos; como está escrito, moramos bajo su sombra y podemos decir confiados ¡esperanza mía y castillo mío, en quien confiaré sino en Ti! Tú eres quien nos libra de todo mal y bajo tus alas estamos seguros. (Salmo 91). Yo te animo a ponerlo en tu agenda, a apartar un tiempo para orar todos los días por tu nación y tu pueblo. Agenda diez minutos o mas, para que nada te desvíe de lo que es más importante. Traer paz a nuestra nación y a nuestro pueblo. Sabes, cuando nos sometemos a Dios, y nos enfocamos en lo que la Palabra de Dios dice, antes que en lo que las circunstancias o el mundo dicen (noticias). Nuestra fe crece, y es cuando se cumple lo que Dios menciona, “andamos por fe y no por vista”. Al orar con fe, podemos pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a orar como es más conveniente y el lo hará. A veces, orar puede parecer un reto, y lo es; pero Dios mismo nos da dos sencillas instrucciones:
La verdad es que tu oración puede cambiar la vida de una generación. Todos y cada uno de nosotros fuimos llamados por Dios para orar unos por otros, únete. Iniciemos hoy, pero antes, te invito a escuchar este video y alabar a Dios, porque El es grande y digno de toda alabanza. Oremos en acuerdo: Padre bueno, me uno a esta oración por el actual Presidente de MI PAÍS, así como por las personas que están en autoridad en el gobierno. Cada uno de ellos los pongo en oración delante de ti para pedirte que abras sus ojos y su entendimiento para conocerte mas, que les des un corazón que aprenda a deleitarse en tu Palabra, que tu Santo Espíritu les enseñe tu voluntad y les de Sabiduría de lo alto para gobernar con justicia y verdad. Se que eres un Dios bueno y nos amas, y sé que tu voluntad es que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Por eso te pido que abras sus ojos para verte, sus oídos para escucharte y lleguen a conocer la verdad, de que por medio de Jesús tenemos salvación. Especialmente te pido que dirijas sus decisiones conforme a tu voluntad, para traer paz a este país en que habitamos. Porque como esta escrito, tus planes para nosotros, son de bienestar y no de calamidad, a fin de darnos un futuro y una esperanza. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amen. Y Sigamos en ayuno y oración cada lunes, recuerda que el ayuno que a Dios le agrada es un corazón dispuesto a escucharlo y a dejar de momento cualquier cosa que te distraiga de tener una relación con el, tú amado. "PADRE, TU PALABRA ES VERDAD Y EN TI CONFIAMOS" Todas las citas son en (NVI) a menos que se indique lo contrario,
Mas de 100 recetas para compartir en familia. Sabias abuelitas, experimentados chefs y mujeres valiosas que a diario invierten y prueban nuevos sabores para sus familias; recibieron mi historia en un e-mail; y abrieron su corazón para compartir contigo de sus secretos culinarios. Deliciosas recetas, a las que les han dedicado su tiempo, amor y talento. Con mucho cariño, de nuestro sazón a tu mesa. Nos gustaría orar por ti. Déjanos tu petición de oración.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
AutorCreo que no soy nada especial como para hacer grandes cosas; sin embargo, se que tengo el favor de Dios. Categorias
All
|